1. Culo


    Fecha: 23/06/2018, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... hasta toda la profundidad de la longitud de mi rabo.
    
    —Ah…, sí, qué gruesa es, como la siento
    
    Comienzo un suave movimiento adelante-atrás al que se acompasa la mujer, dándolepollazos cada vez un poco mas deprisa, intentando llegar más lejos dentro del culo, obteniendo como respuesta gemidos y grititos suaves, cortos en voz baja y ronca
    
    —Más, dame más, sigue, sigue
    
    Noto la polla envuelta, apretada, como sujeta por una mano fuerte y dura que a la vez es suave y blanda. Es una follada estupenda, una enculada cojonuda que me va acercando al orgasmo, al mismo tiempo que observo como Chusa se acaricia el clítoris con la mano derecha, deprisa, exigiendo ya su corrida.
    
    Un suave quejido con voz ronca es la prueba de que ha llegado a su largo y sentido orgasmo, que parece durarle mucho tiempo, durante el cual yo no he parado, he seguido adelante y atrás con mi duro metisaca hasta que me corro. Guau, qué bueno. Ahí va mí semen, dentro del culo.
    
    Quedamos ambos adormilados en el sofá tras besarnos suavemente en los labios, sonrientes, recuperándonos, sin hablar, apoyados el uno en el otro, simplemente con la tranquilidad y el sosiego de una buena corrida compartida con alguien que te gusta y con quien te sientes bien.
    
    Suena el teléfono móvil de María Jesús, lo coge de una cercana mesita baja, sonríe ante lo que le dicen y pone el altavoz para compartir la conversación conmigo. Es mi tía Maribel:
    
    —He calculado bien, ya os habéis corrido la primera vez. Me gusta que ...
    ... estéis juntos, y por supuesto, no estoy celosa. Espero que os vaya muy bien, es lo que más me gustaría. Por favor, seguid
    
    Estoy pensando muy seriamente en retirarme de trabajar. Gracias a mis padres —terminé la carrera de Económicas, pero he seguido su negocio de joyería y artículos de lujo, viajando bastante menos que ellos, porque entre internet, una eficiente secretaria, dos representantes comerciales y un pequeño céntrico almacén completamente blindado, me hacen casi todo el trabajo. Mis padres viven en Canarias hace años, retirados de todo salvo de disfrutar del sol en playas nudistas, tomarse susgintonics y follarse a otras parejas nudistas, tal y como me confesaron una de las veces que les he visitado— tengo la vida bien resuelta desde un punto de vista económico, y mis empleados me van a pagar unpastón por quedarse con el negocio. Poder vivir de las rentas con cuarenta y tres años es un logro al alcance de pocos. Maribel me anima a hacerlo ya, y también cree que debo compartir mi vida con María Jesús. Le gusta esa mujer, dice que somos una pareja perfecta, que estamos hechos uno para el otro.
    
    He insistido a mi tía que vivamos juntos, pero no quiere ni planteárselo, por sus hijas —se han quedado embarazadas casi al mismo tiempo, apenas con unas semanas de diferencia— por el recuerdo de su marido y porque dice que ya va teniendo una edad y no siempre quiere sexo, además, el cariño, esepegamento que nos ha mantenido unidos, nunca lo vamos a perder. Ni me deja seguir ...