1. Todo... a un precio o nalgas a plazos


    Fecha: 19/04/2023, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... baño que siento que se me sale tu… lechita", y corrió al sanitario colocándose una mano detrás, en las nalgas.
    
    Sexo en casita
    
    Días después la nalgona me llamó para invitarme a comer a su casa: "nada del otro mundo, el sábado a medio día, voy a comprar comida ya hecha y comemos rico y de paso vemos como va el trabajo, ¿sï?, ¡papacito chulo y hermoso!; toda la familia se fue al pueblo, que a las fiestas de la virgen y esas mamadas y estoy solita, ¡solita y mi alma!, anda acepta y me haces compañía, ¿sí?".
    
    --"Huy, pues es que… en estos días no he avanzado mucho con la tesis, mira el sábado en la mañana veré que consigo en la biblioteca y te llevo al material y lo revisas, ¿cómo ves?".
    
    --"¡Si papi chulo!, y traes condones, ¿sí?".
    
    El día acordado, por la mañana, conseguí algunas cosas, siempre extrayéndolas de otras tesis, eso me generaba cierta culpa, pero a fin de cuentas lo que la chica quería era obtener su tesis y el título a "¡cómo diera lugar!". Más tarde era recibido por la nalgona, quien había comprado pollo frito en un restaurante de comida rápida, eso comimos, mientras ella revisaba los documentos, que no eran gran cosa, pero para el escaso cerebro de María: "¡esto está formidable!, papito chulo, déjame las hojas y el lunes pongo a mis secretarios a darle una retocadita", tomamos una copa de vino, bastante malo por cierto y luego insistió en enseñarme su casa, que presumía haber construido con el sudor de su frente, "más bien con el sudor de tus nalgas, ...
    ... mamacita", pensé para mí. Llegamos a su recámara, amueblada en estilo colonial, con una gran cama que rechinaba, ella se acostó y con una mirada de lujuria en la cara me invitó a hacer lo mismo.
    
    Minutos después ya nos habíamos quitado la ropa y tuve que aceptar la María estaba bastante buena, sus caderas firmes y redondas, sus piernas bien moldeabas, su cintura estrecha y sus senos pequeños pero muy sabrosos. Iniciamos con los consabidos besos y caricias, María me acariciaba la verga ya erecta diciendo entre beso y beso: "¡ay papi tienes una pinga muy rica!, muy gruesa y grande, y bien dura, ¡mira nada más!, ¡qué grande se te pone!, no que el Alfoncito panzoncito la tiene chiquita, pero tú… ¡estás bien rico papacito chulo y adorado". Momentos después iniciamos un rico 69, los dos acostados de lado y en sentido inverso, la boca golosa de la nalgona lamiendo mi pito y yo succionando la caverna cálida, velluda y viscosa de la chica que gemía próxima al orgasmo, los "hummmm, aaahhh, más, chupa más, ahí, sí, ahí en mi clítoris, papi chulo, hummmm, me haces venir, aaaayyyy, hummm, aaahhhh" y Maria gemía furiosa mientras me mamaba la verga con furia, frotando con su mano de manera un tanto violenta, en tanto mantenía alzada una pierna hacia el cielo de yeso, en una pose muy obscena.
    
    En cuando la nalgona se repuso del orgasmo me exigió: "¡anda papi, ponte el condón!, ¡méteme la verga por favor, ya estoy bien caliente!, ¡anda, ya apúrate!". Y verga en ristre me fui sobre ella que ...
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