La historia de Claudia (16)
Fecha: 23/06/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... el andar de las dos sumisas. Cuando Claudia y Laura estaban por llegar a la esquina el vehículo se adelantó, se detuvo y de él bajaron tres mujeronas que se les fueron encima. Sin darles tiempo a otra cosa que gritar un poco, asustadísimas ante el sorpresivo ataque, las redujeron y a golpes y a empujones las metieron en la camioneta.
-¡No! ¡Nooooo! ¡¿Quiénes son ustedes?!
-¡Nooooooo! ¡Déjennos! ¡No!
-¡¿Qué quieren de nosotras!?
-¡Cállense y adentro, putas! –les ordenó una de las desconocidas, de unos cincuenta años, vestida con musculosa blanca y calzas negras.
Todo había ocurrido muy rápidamente y sin tropiezo alguno para las secuestradoras, favorecidas por el hecho de que nadie pasó por allí en ese momento. Una vez con las presas dentro de la camioneta, ésta arrancó a gran velocidad conducida por Leticia, la joven rubia que había estado noches atrás en casa de Inés compartiendo a la cachorra. La peladita la reconoció y cuando, asombrada, iba a dirigirse a ella, la chica la miró por el espejo retrovisor y le dijo sonriendo:
-Qué sorpresa, ¿cierto, bebé?
-Señorita Leticia... ¿qué...
-¿Sabés qué pasa, queridita? Me volví loca con vos la otra noche en casa de Inés. –empezó a decirle Leticia mientras dos de las mujeres la esposaban a ella y a Claudia con las manos en la espalda.
-Entonces les conté de vos a estas amigas y decidimos agarrarte junto con esa otra perra. Inés me comentó que hoy iban a estar en casa de Blanca y entonces nos pusimos a ...
... hacer guardia suponiendo que en algún momento iban a salir, y como verás, todo salió perfecto, jejeje.
-Pero... ¿hasta cuándo nos van a tener?
-¿Hasta cuándo?... Olvídense de volver a ver a esa señora y a Inés. Ahora son nuestras, bomboncito.
-¡¡¡Noooooooooooo!!! –gritó Claudia, desesperada. -¡¡¡Déjennos ir!!! ¡¡¡Por favor, por favor!!!
La respuesta fue una carcajada general que las aterrorizó aún más. Habían sido arrancadas de manos de su dueña por esas mujeres que quién sabe adónde las llevarían y cuál iba a ser su destino de allí en más. Apretadas una casi sobre la otra en el asiento trasero lloraban de miedo entre súplicas inútiles en tanto las secuestradoras intercambiaban comentarios inquietantes y las hacían víctimas de toqueteos lascivos.
-Buena cosecha, jejeje...
-Linda la sirvientita...
-Sí, lo primero que podríamos hacer es cogerla todas por el culo.
-¿Y de esta otra qué me dicen? Miren qué cara de santita que tiene.
-Yo así pelada le veo cara de chico bien guarro, jejeje, y mientras me la esté cogiendo por atrás voy a pensar que me estoy montando a un varoncito, jejeje...
-Y mientras tanto ese varoncito me va estar chupando la concha... ¡jajajajajajaja!...
-¿Y si el varoncito se porta mal y se nos resiste?
-Entonces lo castigamos en forma hasta que entienda que con nosotras no se juega, ¿verdad, chicas?
-De eso creo que ya se dieron cuenta. Miren cómo están temblando, jeje...
Y era cierto. Las sumisas temblaban de miedo y a ...