El regalo: Un antes y un después (Octava Parte)
Fecha: 04/05/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... muchacho.
—Bien Rodrigo, este es mi hermano Joaquín y ellos son nuestros conductores. —Los saludé a todos de la mano, Paola desde lejos, levantó su brazo libre, sonriéndoles. Su otro brazo seguía preso del acogedor abrazo de la Trini.
—Y bien, a ver que tenemos por aquí. —Les dije a los presentes mirando una, otra y la última de las minivans.
Joaquín hablaba en voz muy baja con su hermano, quizás poniéndose al tanto de lo que Paola y yo hacíamos allí. Finalmente se acercó hasta el primer vehículo que yo observaba. Muy elegante su caminar, muy afeminado el movimiento de sus brazos y la manera de pasar su mano derecha para acomodar el mechón rojo de su cabello, despeinado por la brisa.
—No están tan mal cuidados. ¿No le parece Rodrigo? —Me dijo con una voz muy suave, casi femenina. Sus ojos brillaban, humedecía con frecuencia sus labios pasando la lengua sobre ellos, sin dejar de mírame de manera bastante… ¿Coqueta?
—Para nada, aunque podría estar mejor. Los tapizados ya se notan desgastados y el juego de llantas está casi para reemplazar. Hummm, el kilometraje parece normal para los años de uso. —¿Los pueden encender?–. Pregunté y cada uno de los conductores, se dispusieron a hacerlos funcionar.
Dos encendieron fácilmente, el tercero no. Parecía ser la batería o el motor de arranque que ya arrastraba. Abrí el cofre, junto a Tomás y el conductor. Joaquín aprovechó para arrimarse a mí por detrás, haciéndose el interesado en ayudar, pero restregándome su ...
... paquete en mis nalgas. Me puso una mano sobre la que yo tenía sosteniendo el cofre, como descuidadamente. Eso me puso alerta y decidí girarme y mirarlo, mostrándole sin decir nada, mi alianza matrimonial. El solo se sonrió.
Me llevé a Tomás hacia un lugar apartado para comentarle mis impresiones y una idea que ya tenía en mente. Le expliqué mi propuesta, él lo medito un instante y luego se dirigió a donde estaba su hermano y los tres conductores. Al cabo de unos minutos todos sonrieron y tanto Tomás como Joaquín, levantaron cada uno su respectivo pulgar, felices. Listo, lo había logrado. Negocio cerrado.
¿Y Paola? No la veía por allí, así que rodee el lugar y la vi recostada su espalda sobre el tablado de madera de aquella bodega, con cara de agobio, casi de disgusto. La Trini, tenía los dos brazos apoyados sobre el muro, impidiéndole a Paola la libertad de movimiento al ser ella, más baja que nuestra anfitriona. Su cara se acercaba peligrosamente a la de mi rubia compañera. Carraspee fuerte y la llamé.
—Pao… ¿Puedes ayudarme con unas cifras por favor? Y por fin un brazo se apartó, dándole un afortunado respiro a Paola.
—Si claro Rocky, ya voy. —Joaquín estaba detrás de mí a unos pocos pasos. Paola con cara de martirio me guiñó un ojo y me dijo al oído…
—Rocky bésame o voy a dañarte el negocio. ¡Ya no la aguanto más!. —Y sus brazos se colgaron a mi cuello y sus piernas de un salto, rodearon mi cintura–. Y me besó apasionadamente.
Luego de un momento de saborearnos ...