1. El regalo: Un antes y un después (Octava Parte)


    Fecha: 04/05/2023, Categorías: Infidelidad Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... las lenguas y los paladares, tras segundos de intensa transfusión de sensaciones, ojos cerrados y en mi mente ninguna señal de traición, se desprendió de mí y fueron sus manos a estirar las recogidas mangas de sus bermudas, pero las detuve con las mías.
    
    —Déjame a mí, le dije. —Tengo que sentar aquí un buen precedente. ¡Tú tranquila!
    
    Y me arrodillé en frente de ella, pasando mis manos por detrás de sus rodillas y sin apuro fui escalando por sus tonificados muslos, subiéndolas lentamente y sin dejar de mirarla en ningún instante. –Los hermanos nos observaban sin decir nada–. Acaricié el comienzo de sus nalgas por debajo de la tela de sus amplios shorts y luego cambié de dirección mis palmas hacia el frente de sus piernas y con mis dos pulgares, los introduje por debajo del encauchado de sus panties, apartándolos, estirándolos luego con mis dedos índices, liberando con un poco de esfuerzo la escasa tela que se hundía en su intimidad y para ello, Paola me facilitó la operación, formando un pequeño arco con sus piernas, apoyando sus manos en mi cabeza, masajeando mis cabellos. Acaricié la suave piel de los costados de su vagina, sin introducirlos, solo pasando delicadamente, las yemas de mis dos dedos sobre los pliegues de su raja. Un escalofrío recorrió su cuerpo, provocando con mi caricia, el erizado de los poros en su piel y en el campestre ambiente, dejar flotando un gemido breve de placer.
    
    Saqué mis manos de la calidez de su íntima anatomía y me puse en pie, ...
    ... frente a Paola. Y llevé esos dos dedos hasta mi boca, chupándolos lascivamente y después se los ofrecí a mi rubia tentación, quien gustosa abrió la suya y con su lengua, eróticamente, falange a falange, los lamió a placer. Y todo en frente de aquellos dos hermanos, quienes finalmente se dieron vuelta y se marcharon con resignación.
    
    —¡Ufff Nene! Pero que ocurrencias tienes, Jajaja. —Me dijo al momento Paola, algo ruborizada por mi esmerada actuación.
    
    —¡Ya ves preciosa! Te avisé que si seguías provocándome, sería capaz de hacerte una y mil cochinadas. Además no tenía alternativa para quitarnos a estos dos de encima. —¿Cómo así Rocky?–. ¡Hummm! es que el pelirrojo también es de rosca izquierda. Jajaja.
    
    Y Paola sonrosada, me tomó del brazo, dichosa y sí, algo excitada seguramente como yo. Y nos dirigimos hasta la entrada del hotel. Y pensé entonces en Silvia y su famosa frase… ¡Te amo, a pesar de todo!
    
    Y yo también a ti, mi amor. ¡Yo también!...
    
    —Bueno, –nos dijo Tomás– creo que debemos celebrar este acuerdo. Paola me miró intrigada, pues yo aún no le había comentado nada. —¿Les gusta la trucha? Nos preguntó. —Yo, por supuesto–. Le respondí que me encantaría. Paola asintió con su cabeza.
    
    —Ok, vamos caminando que el local de mi tío está muy cerca. Son truchas frescas, que el mismo cultiva en su criadero. —Pues bien vamos–. Respondí entusiasmado.
    
    No tardamos nada en llegar, Tomás volvió a su labor de anfitrión, presentándonos a su tío, un hombre calvo de aspecto ...