El regalo: Un antes y un después (Final)
Fecha: 06/05/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... se escuchaban mezclados en el ambiente nuestros gemidos con los sonidos de lamidas y chupadas provenientes de la boca de mi esposa, Martha apretándose los senos con sus manos me ofreció gustosa aquel par de pezones rosados, endurecidos por el alto grado de excitación en ella, por mí, por toda aquella báquica velada. Los mamé, lamí y succioné, ensalivando la circunferencia de su areola y los finos dedos de mi preciosa madrileña, retiraron afanosamente la tela que persistía en cubrir la mitad de mi verga tiesa, necesitada de una ardiente guarida y por supuesto sintiendo cargados los testículos, frotando su disponible intimidad con esperanzas de sentirme dentro suyo, pero…
—No, preciosa, aún no puede ocurrir. —Le dije en medio de mis jadeos. —Este es tu momento, la oportunidad de recomponer tu error y remendar con hilos de morbo y sexo, la herida de haberte dejado ver de él, gozando tanto con aquel otro. ¡Anda mujer, disfrútalo mucho y cumple con tu deber! Martha… ¡Atrápalo otra vez!
La tomé por la cintura y con firmeza la deslicé hacia mi costado izquierdo, donde mi esposa ya no estaba. Al ponerme de pie la vi estirada por completo, cubriendo con todo su cuerpo el de su afortunado jefe, comiéndose uno al otro los labios, las mejillas y congestionados sus rostros, ondulando Silvia sus caderas hacia arriba y hacia abajo, seguramente sintiendo contra su vientre la desplegada virilidad de Hugo.
¡Sed! ¡Calor! ¡Olor a sexo! Mucho había acontecido y yo conteniendo mis ...
... ganas, por supuesto que estaba muy excitado, pero mi palabra era hacerme a un lado y observar como el triunfador se devoraba el premio ofrecido. Y me senté en el sillón, agaché mi cabeza, tomé la cerveza en su lata, tibia bebida que me esperaba. Ninguno de ellos se enteró de mi huida. Y escuché las palabras que sentenciaban algo por mí ya previsto… —¡No tengo condones!–. Mencionó Hugo y yo le respondí…
—¡Yo tampoco! No suelo utilizar cauchitos que me impidan sentir. ¡Piel con piel es mucho mejor! Cerré mis ojos y simplemente echando hacia atrás mi cabeza, bebí todo el contenido sin separar mis labios ni por un segundo, del perforado recipiente de aluminio.
Debía cumplir el pacto y me permití abrir los ojos para observar lo que acontecía alrededor, exactamente en diagonal a mí. Silvia se había recostado contra la esquina izquierda de aquel sofá de piel. Solo un almohadón se interponía entre su espalda y el reposa brazos… « ¡Perderás un poco al ofrecer, pero ganarás mucho al obtener! » El rostro sonriente de Almudena hablándome como en tecnicolor y la mirada de mi amor tan vivaz, fija seguramente en los brillantes iris grises de Hugo y los brazos de mi mujer abiertos en apacible espera, casi a 180 grados, tal cual sus piernas con los talones apoyados sobre el borde del sofá, obsequiando la agradable vista de un pubis exuberante, liso y desprovisto de vellos, de labios abultados por la sangre, haciéndolos a la vista más rosados y colmados de pura excitación, tan abiertos los ...