El regalo: Un antes y un después (Final)
Fecha: 06/05/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... cuerpos como quieras y desees mi querido Rocky. Explorando otros cuerpos, y recibiendo el beneplácito de un placer buscado en tu interior al amar y compartir lo que tanto aprecias.
Pero yo pensaba un poco diferente, de seguro Silvia también. Con la samaritana sensación de haber brindado cariño, seguridad y confianza a pesar de las arraigadas pautas morales que no nos permitían entregarnos hacia los demás. Transgredir las normas instauradas en nuestra psique, sin someter al escrutinio familiar o público, la libertad del amor sobre la acostumbrada razón; ahora la época era otra y en nuestras fronteras se acababan de levantar las barreras que nos impedían amarnos con libertad, desobedeciendo leyes sociales, maritales pero nunca jamás, las afectivas. Liberar cuerpo y mente, tan habitualmente educados dentro de una falsa «normalidad».
Llegó mi amor a besar mi rostro, entre remolinos aromatizados de sus cabellos, blandiendo como espada su bonita sonrisa, para cortar de tajo mis pensamientos y apartando el escudo de la desconfianza con su juvenil y amoroso atrevimiento. Me besó como si no hubiéramos nunca cruzado la línea roja, comenzando a vivirnos y a ser disfrutados. Su boca y los labios, la lengua y el sabor de su húmeda saliva, todo me supo a nuevo en aquel amanecer. El agua caía en brillantes torrentes por su espalda y se aposaba precipitada por su costado, hasta rebosarse en el espacio ahuecado que formaba mi antebrazo afirmado a la suave piel de su cintura. Mi ...
... miembro reaccionó de inmediato y Silvia solo se dio vuelta y me dijo… —Quiero que me estrenes esta otra parte de mí, que me atemorizaba ofrecer y nunca te entregué, este culito lo guardé para ti. ¡Tómame mi amor! Y házmelo como se lo hiciste a ella–.
En aquel baño ajeno rozaron mis dedos lo que antes era tan prohibido y tan alcanzable a su vez. La cálida suavidad de su interior, la estrechez virginal de mi vida y los dos tan unidos, rompiendo prejuicios y de paso nuestra moral compostura; por supuesto la tan requerida y acostumbrada fidelidad de no presionar a Silvia, si ella no quería… «Porque en el dolor, también hallarás la cúspide de un clímax que después no querrás abandonar». —Y fue mi amor, completamente mía–.
—Vamos a entregarnos de a pocos y amarnos bastante, aunque estando tu y yo entre multitudes, a la distancia siempre, siempre... ¡Nos reconozcamos! —Le dije yo y la besé mientras secaba su cuerpo y ella el mío con la otra esquina de la misma toalla blanca.
—Todos aquí hemos sido víctimas de las consecuencias. Y a pesar de todo mi amor… Los cuatro tan causantes de un renovado placer. ¿Y el amor? ¿Me amas aún? Porque yo mi vida… ¡Siento que te adoro más! —Me respondió antes de abandonar el baño.
Y lo que estaba escrito y tan visual ante el mundo, en medio de los dos por tantos años, ese «Tú y yo» se marchó, dando paso a un «Nosotros». Y nos fuimos a la sala en puntas de pies para no perturbar, dejándolos allí durmiendo abrazados, muy serenos. Martha se veía ...