El regalo: Un antes y un después (Final)
Fecha: 06/05/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... Hugo posó la punta de su nariz y de inmediato sentí tibia la respiración sobre la piel de mi cadera, con su boca entreabierta dejándome percibir con el vaho si se quiere, aún más calor y sentí la humedad de su lengua recorrer unos centímetros de mi cintura, para luego seguramente atraído por el aroma, hacer una gran «O» con sus labios y absorber con bastante ruido las fresas con crema. No sobra decir que volvió con su lengua a humectar aquella frugal zona, limpiando con esmero los restos de fruta y crema que me quedaban y de paso, logrando con esa acción erotizarme bastante.
—Bien, es suficiente mi amor. Ahora, podrías decirnos… ¿Qué postre era, donde estaba y en quién? No demores en tu repuesta por favor. —Le dijo Martha a Hugo y yo poniéndome con cuidado de medio lado, observé como la tela de su bóxer blanco se empezaba a atirantar y una leve mancha de humedad a la izquierda la oscurecía.
—Es fácil, eran fresas con crema de leche y… estaba sobre la espalda de… ¿Silvia? —Respondió Hugo con su voz grave y una sonrisa dibujada en sus labios, que tenían en la comisura, el blanco de la crema. Me llevé la mano a mi boca para disimular mi risa.
—¿Dudas? Debes ser preciso de lo contrario sería un punto negativo. —Le dijo serena Martha y Hugo afirmó con vehemencia… —Sí, sobre mi ángel–. Y creo que aunque estaba algo caliente, me ruboricé al escucharlo, sobre todo mencionarme de aquella manera delante de mi marido.
—¡Perfecto! Un punto para ti mi amor. Y ahora es tu ...
... turno, mi colombiano precioso, arrodíllate con cuidado. —Ni ella ni yo le ayudamos, Rodrigo bastante decidido lo hizo solo, quedando a prudente distancia de la mesa.
—Yo veré mi vida, no vayas a fallar. —Hablé en voz alta. Y de paso con Marta sentada e inclinada un poco hacia atrás, en su ombligo deposité un poco de chocolate líquido y sobre el espeso dulce, ubiqué una redonda cereza y tres goterones del centro hacia la parte baja de su vientre.
Martha se estiró boca arriba sobre la mesa con cuidado, dejando caer sus largas piernas abiertas a los costados y los brazos los cruzó bajo su cuello, sosteniéndose la cabeza para poder observarlo todo y no perderse detalle alguno.
—¡Listo! —Dije con suavidad a mi esposo–. ¡Ya puedes intentarlo! A tu izquierda un poco, eso, eso. Así, con cuidado y sin las manos. —Y con la nariz, Rodrigo olfateó como un perro de caza lo hace con su presa. Giró la cabeza a su izquierda y fue bajando lentamente el mentón. A dos centímetros tal vez de su objetivo se detuvo y sopló. No sé porque carajos hizo eso, pero el caso es que pude notar como los pezones de Martha, se endurecieron de inmediato con aquella inusual acción y los vellos dorados en sus antebrazos se erizaron al mismo tiempo.
—¡Vamos mi amor, un poco más! Acerca tu boca–. Le insté y Rodrigo por fin puso labios y lengua sobre el plano y ejercitado vientre de la esposa de mi jefe. Pronto ubicó el lugar y con la lengua en forma de cono, fue girando despacio la cereza sin sacarla del ...