1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (26)


    Fecha: 24/06/2018, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... paisaje, con la sombra de la pequeña isla en el centro de la bahía, pasé el brazo por la cintura de los dos chicos y los apreté a mi cuerpo.
    
    En la parte vieja de la ciudad y muy cerca del hotel, el publico se aglomeraba en los bares cobijados en los soportales de una plaza cuadrada. Entramos en el primero y Álvaro se acercó con dificultad a la barra para pedir una bebida, yo tomé un vino dulce que picaba la garganta por el excesivo dulzor.
    
    La numerosa gente hablaba en voz muy alta, casi a gritos, pero el ambiente alegre y de fiesta animaba a meterse en la algarabía explosiva y desenfadada. Lo mismo hicimos en el bar siguiente y mi estómago ya protestaba pidiendo algo sólido aunque no sentía hambre.
    
    Entramos en uno más amplio pero también repleto de público, desde la barra Pablo vio una mesa que se liberaba en aquel momento.
    
    -Ángel ocúpala antes de que nos la quiten, Álvaro y yo pediremos las consumiciones. -caminé hacía la mesa, y justo cuando llegaba, lo hacía a su vez otro muchacho, nos quedamos los dos sujetando el respaldo de la silla que teníamos mas cercana y nos miramos.
    
    El chico era moreno, alto y delgado, nos habíamos quedado paralizados, congelados por la sorpresa, él dejó escapar una risa y soltó la silla que sujetaba.
    
    -Creo que has llegado primero. -me causo gracia que cediera su derecho tan fácilmente y me reí con él, la verdad era que los dos había llegado al mismo tiempo.
    
    -No, lo hemos hecho a la vez.
    
    -Entonces la partiremos por la ...
    ... mitad para no discutir. -volví a soltar la carcajada, más que por sus palabras por la cara que ponía. Me alargó la mano.
    
    -Markel, ya somos amigos y podemos compartirla. -apreté su mano y él me la sujetó entre las dos suyas.
    
    -Ángel, y lo siento pero mis amigos están en la barra. -miré hacia donde estaban mis chicos y él siguió mi mirada.
    
    -También yo tengo compañía pero podemos acercar una silla, uno más en la mesa no será problema. -me miraba rogándome que le aprobara lo que sugería.
    
    -De acuerdo compartiremos la mesa. -sonrió como si le hubiera tocado la lotería y en parte así era.
    
    -Voy a buscar a Lorea. -se alejó hacia el otro extremo de la barra y llegó donde una chica monísima y morena como él, hablaban y le señalaba la mesa donde yo estaba.
    
    Mis amigos llegaron a la mesa cargados de platos, habían pedido para cenar una selección de pintxos y una botella de vino elegida por Pablo, encontraron en el bar uno de los vinos que producían en la bodega de don Ernesto. Dos segundos después llegaba Markel con la chica.
    
    Pasamos unos minutos haciendo las presentaciones y explicando el motivo de compartir la mesa con ellos. Lorea era su hermana, y sí que se parecían. Estaban allí para pasar el fin de semana igual que nosotros y venían de la ciudad donde Álvaro había estudiado medicina. Enseguida comenzaron a hablar sobre ella. Les escuchábamos mientras íbamos comiendo y a veces Lorea intervenía en la charla puntualizando detalles que Markel y Álvaro celebraban ...
«1234...8»