1. Jillian


    Fecha: 09/05/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... todo se salió de control y me gustaste mucho y no supe cómo manejarlo... Perdóname... Por favor.
    
    Aunque no me estuviera viendo con sus ojos juraría que su alma me observaba, quería que la tierra me tragara y que olvidáramos todo esto. Más una parte de mí gritó como poseída por haberme liberado de todo lo que había en mi pecho y que amenazaba con acabar conmigo. Ya no había vuelta atrás y lo que pasara dependería absolutamente de ella.
    
    Me tomo el rostro con sus manos y secó mis lágrimas.
    
    -Mírame a los ojos, yo sé lo que sentías por mí hace mucho... ¡Hey!, ¡Mírame a los ojos! Yo solo lo supe y me pareció extraño, pero me di cuenta que no sólo tú estás en esta situación.
    
    Fruncí el ceño, esta mujer me estaba matando y no entendía lo que quería decir.
    
    -Sé que si te lo pido estarás para mí en cualquier momento, quiero creer que podré estar allí para ti también. Quiero estar contigo.
    
    Sentí un fuego inflamarse en mi pecho y recorrerme todo el cuerpo, si era lo que estaba diciendo lo que yo creí haber escuchado aún no lo captaba. Pensaba que era un producto de mi imaginación por parte del shock de ser descubierta.
    
    -¿Que es lo que estás diciendo? - le dije medio embriagada por todo lo que estaba pasando.
    
    -Quiero que estés conmigo como tú quieras estarlo, de todo corazón tú también me gustas.
    
    Ahora sí, me parecía estar en un concierto de mi banda favorita, con mi canción favorita y con Jillian a mi lado. En algún lugar del universo una supernova estalló y ...
    ... sucumbió conmigo.
    
    Un poco después Jillian acercó su rostro al mío y esperó, yo me acerqué un poco más y esperé, sus labios apenas rozaron los míos y sólo fue eso, un momento después mis labios rozaron los suyos y nos dimos un beso. La suavidad de su boca era tan deliciosa, su aliento se mezclaba con el mío y se me subía a la cabeza, nuestros labios se fundieron en segundos.
    
    Entre besos volví a llorar, era como vivir una fantasía, un sueño de esos que pensamos que solo pueden ser sueños. Me sentía conmovida In Extremis y mi corazón amenazaba con salirse. Sus labios se hicieron cada vez más tiernos y en pocos segundos nos separamos.
    
    -¿Y ahora qué? – Pregunté yo
    
    -Bueno… No quiero dejar las cosas en manos del destino porque este es muy cabrón, así que las tomaremos nosotras y haremos lo que queramos.
    
    Le sonreí, ella me sonrió. Nos abrazamos pero no pudimos hacer más nada porque llegó el resto de los compañeros y vimos clase, aunque de vez en cuando una mirada cómplice nos lanzábamos.
    
    Ese día y el resto de la semana fue una locura, un viaje a las estrellas. Cada día que llegaba a la universidad (siempre éramos las primeras que llegaban del grupo que tomaban clases con nosotras) la veía y corría hacía ella, me entregaba a su abrazo y nos fundíamos en un beso intenso y pasional, sus labios tan tiernos y dulces se volvían mi desespero y con frenesí intentaba demostrarle lo que me hacía sentir, nuestras lenguas se acariciaban, se deseaban y morían por encontrarse, ...
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