Rencor o cariño
Fecha: 06/06/2023,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
En ese entonces, trabajábamos en oficinas contiguas y los dos pasábamos por momentos familiares difíciles, él se había divorciado y no se acostumbraba a su nuevo ritmo de vida. En mi casa mis padres también se habían divorciado, los hijos quedamos con la madre, con la que yo nunca compaginé y lo que yo más ansiaba era salir de esa casa. Mis planes nunca fueron de casarme y el pensamiento de la posible soledad me abrumaba si decidía mudarme a un departamento, sin alguien con quien platicar o intercambiar ideas, además eso no me resolvía mis problemas.
De vernos y saludarnos día con día fue desarrollándose una buena amistad. Al medio día salíamos y comíamos en un pequeño restaurante y ahí platicábamos y nos contábamos nuestros problemas. También a la hora de salida buscábamos algún lugar para platicar y pasar un buen rato.
Con el tiempo mis regresos a casa en las noches se atrasaron con las consecuencias y reclamos de mi madre.
Los dos tratábamos de expresarnos, uno al otro lo que considerábamos nos podría dar la felicidad con la que sentíamos que no contábamos. La mayoría de las veces él me iniciaba en algún tema y era yo la que hablaba, aunque no soy una mujer de mucha plática, pero con él me sentía y sigo sintiéndome, muy feliz al hablarle y decirle hasta los detalles más íntimos de mi imaginación, estoy segura de que él también siente lo mismo y así pasamos horas y horas platicando sin aburrirnos.
Muchos de los temas son imaginados o, de esos, de qué tal si ….. ...
... , entre ellos estaba la de vivir juntos y ser libres ambos, de hacer lo que nos viniera en gana, aunque fuera cada quien por su lado sin lastimar al otro y sin sentir o causar celos. Siempre tratando de participar los dos, o estar de acuerdo, por lo menos.
Él tiene 14 años más que yo y su preocupación era que yo debería de tener la vida que me correspondiera de joven. En ese entonces tenía yo 22 años, muy juvenil, alegre y bonitilla, aunque recuerdo que mis pechos los tenía pequeños, aún no habían terminado de desarrollarse, en realidad vivía con la creencia de que así se iban a quedar por el resto de mi vida, pero por lo demás, contaba con todo lo necesario.
Fueron pocos los eventos a los que en ese entonces asistí, él me acompañaba, o, por lo menos pasaba a recogerme cuando iba sola cuando se lo pedía. Nunca me expresó suspicacia o celos, por el contrario, yo le contaba los más detalles posibles.
Ya creí y confirmé al cien por ciento, lo que él me aseguraba, que yo estaba en una edad en que me buscarían los hombres y podría escoger, él me hacía disfrutar las ventajas de esa edad. Pero a Horacio nunca lo dejaría, siempre lo he adorado, en cualquier situación y sí que se me han dado muchas, pero con ninguna he dejado que llegue a algo serio, es mi confidente, mi amigo íntimo, hermanito mayor y me adora.
Un día compró un condominio en la playa. Días antes de su inauguración y de que se lo entregaran, los de la inmobiliaria convocaron a una reunión que se efectuó en ...