Ocurrió en el sur
Fecha: 11/06/2023,
Categorías:
No Consentido
Autor: campillo, Fuente: CuentoRelatos
... marido. Le dio por hablar y decirme que traería otros amigos a culearme y que se las chupe o me cojan la boca y ante mi silencio cabizbajo, me exigía una expresión conformidad como muestra de obediencia a él, que nunca le di; no era a él a quien obedecía. Eso lo irritaba y me golpeaba. Nunca se animó a traer a nadie. Tampoco se animó a obligarme a ir a su casa donde decía que traería otros machos a culearme o a que les chupe la pija.
Venía a casa cuando estaban los chicos y me ponía en situaciones de riesgo: me ensartaba por el culo en plena reunión parándose detrás de mi, disimuladamente. Lo peor, es que le irritaba no ser él quien determinaba mi voluntad y no poder cogerme normalmente, ni besarme la boca; Me amenazó con contar todo en el pueblo y me consta que se lo dijo a algunos amigos, pero, cuando le acusé el hecho a Marcelo replicó:
-Nunca te ha culeado fuera de casa y quien te conoce sabe que sos una mojigata. Nadie le va a creer-, tampoco entonces tuve su amparo, pero estaba en lo cierto porque nadie le creyó aunque algunas conocidas amigas me preguntaron.
En una ocasión tomaba sol en el patio de casa en malla; me había puesto una bikini porque nadie me podía ver y los chicos jugaban al otro lado del seto y no veían nada. Yo dormitaba plácidamente echada boca abajo, cuando de pronto se apareció Félix, que había encontrado la puerta abierta. No lo oí llegar. Sin decir palabra, se echó sobre mi, me corrió la bikini y me la zampó en el culito sin ...
... contemplaciones. ¡Qué dolor! Por Dios. Estaba seca y no me lo esperaba. Además, los niños estaban a pocos metros. No podía gritar ni quejarme, ni hacer escándalo. Pero no le importaba nada, me aplastó contra el suelo y me culeó sin piedad, dejándome echada, con él encima, durante un largo rato, después que terminó.
Ensayó mil variantes; decía que quería ir conmigo a misa para culearme en la iglesia, lo intentó en un acto del colegio en las tribunas y me salvó una madre que buscaba un hijo. Una vez, en el cine, me culeó dos veces.
En fin, mil variantes. Pero no hay mal que dure cien años y con el correr del tiempo este salvaje mutó de su crueldad y se enamoró de mi; no le bastaba disponer de mi boca y mi culo, quería que lo quisiera y lo obedeciera, que lo que hacía no fuera por orden de mi marido sino por él, que por él le permitía que me ensartara por el ojete y me violara la boca, deseaba que me fuera con él, que dejara marido e hijos, se había vuelto loco. A tal punto era, que tenía celos de mi marido y comenzó a exigirme que le besara la boca o le diera mi cajeta; me negué terminantemente.
Me interrogaba y me hacía escena porque cogía yo con mi marido y a veces no me dejaba respirar con la pija clavada en la boca, irritado por saber que había tenido una noche de amor con Marcelo. Yo sabía bien que mi marido eso no lo aprobaba. Además, tenía claro que por darle un beso en la pija terminé con toda la poronga en la boca y su leche en la garganta, y no estaba dispuesta a nada más. ...