Universitaria: Follando en los vestuarios.
Fecha: 20/06/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... patas. Mi pelo caía tapando mi cara, quise colocármelo cuando rápidamente noté como su polla rozaba mi coño, suplicando volver dentro. La agarré con los dedos y la hice entrar, procurando juntar las piernas para tener el coñito más apretado.
El chico agarró mis caderas y comenzó a penetrarme como en las duchas, sin mucha pasión ni entusiasmo. Su polla entraba y salía sin parar de mi coño, sus gemidos poco a poco se iban acelerando y yo comenzaba a temer por que se corriese antes de llegar a disfrutar, en condiciones del polvo. -Vaya guarra estás hecha.- Dijo de modo sorprendente, totalmente fuera de contexto con su forma de follar.
Aquello me distrajo. Parecía pensar ser dominante, pero desde luego no lo era para nada. A mi me ponía cachonda ser la pasiva y dejarme llevar, especialmente con un desconocido, pero no funcionaba. – Te gusta que te follen eh.- Añadió mientras me daba un desafortunado azote, falto de fuerza y precisión, que parecía más bien una palmadita en la espalda.
El tipo no dejaba de follarme. Sus manos se aferraban a mi cintura como un perrito cuando intenta montar a otro. Gire mi cabeza para ver su expresión fuera de sí. Al menos alguien estaba disfrutando del polvo. -Para. Vamos a cambiar.- Le dije. Pero hizo caso omiso a mi propuesta y continúo follándome. Tomé la iniciativa levantándome para separar nuestros cuerpos para agarró fuertemente de la espalda anulando todas mis fuerzas.
Al final tuve que hacer una fuerza excesiva para separarme de ...
... él, incluso me hice algo de daño forzando la situación, cosa que él claramente notó. -Pero que haces. Te has vuelto tonta.- Dijo mostrando esta vez un claro enfado. -Siéntate. Ya me he cansado de esto.- Le dije con un tono totalmente serio. No me tomó en serio, así que tuve que agarrarme del brazo para dirigirle al banquito. -Que te sientes, venga.- Le tuve que repetir manteniendo el tono.
El joven se sentó, pero la expresión de su rostro había cambiado. Ahora parecía algo sorprendido, incluso intimidado, lejos de esa inexpresión que le caracterizaba. Ahora yo tenia las riendas.
Agarré su polla, dispuesta a introducirla en mi coño de nuevo, sentándome sobre él para cabalgarle, pero la noté algo más blanda. Genial, encima se me había venido abajo. Por lo visto el también lo notó y comenzó a masturbarse mientras me miraba. -trágatela guarra.- Me dijo casi sin fuerzas en un burdo intento por mantener el poder. Le miré ahora siendo yo la inexpresiva sin obedecer su orden y apartando su mano y sustituyéndola por la mia, comenzado a masturbarle. Mi mano recorría rápidamente su polla de arriba abajo haciéndole una paja. Aunque se puso algo más dura, no retomó su estado pasado. Me arrodille lentamente entre sus piernas, notando las frías y rígidas baldosas en mis rodillas.
Dejé de mirarle para no intimidarlo de más y me metí su polla en la boca. Ahora en lugar de dejarle que me follase la boca era yo la que hacía el trabajo. Mis labios hacían ventosa cubriendo la mitad de su ...