Universitaria: Follando en los vestuarios.
Fecha: 20/06/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... polla, mientras mi lengua daba golpecitos sobre su glande, masajeandolo. En apenas 1 minutos se puso dura como una roca, podía sentir incluso sus venas a punto de explotar.
Hice un esfuerzo y me la tragué entera, hasta que la punta mi nariz dio con su pelvis y mi barbilla con sus testículos. Noté como estiraba todo su cuerpo en señal de placer, acompañando con un leve gemido, y traté de mantener la respiración todo lo posible. A cada segundo que pasaba más y más daba rienda a sus gemidos de placer. Aguanté cada segundo, cada decima y cada milisegundo posible con su polla dentro, perforando mi garganta, alojada en mi húmeda glotis.
Con su rabo aun dentro, comencé a mover la cabeza de izquierda a derecha, masajeándola con un movimiento brusco mientras mi cara retozaba en su entrepierna, cubierta de sudor y olor a sexo. Notaba como estaba a punto de explotar, y me esforzaba por mantener aún la mamada, hasta que no pude más y la liberé violentamente de mi boca buscando una bocanada de aire. Un reguero de babas unía aún mis labios con su polla, que estaba completamente hinchada y firme, apuntando al techo. -Vuelve a tragártela, me has puesto a mil.- Dijo llevando su mano a mi nuca haciendo fuerza para llevar mi rostro a su entrepierna de nuevo. Parecía que no había entendido que las reglas habían cambiado.
Le miré de nuevo a los ojos y puse una mano sobre su pierna para anular sus deseos. Quité su mano de mi cabeza lentamente. – Ahora mando yo.- Le dije.
Agarré su ...
... polla, dura como una piedra, y la pase por mis labios, como si me los estuviese pintando. Recorrí con la punta de su glande mi boca lentamente. Podía leer su mente y descifrar las ganas locas que tenía de que me la metiese en su boca, pero no le iba a dar ese placer. -Y si no te gusta, puedes irte.- Le dije sin apartar un solo centímetro su falo de mis labios.
No obtuve respuesta, así que decidí seguir jugando. Pasé su polla húmeda por toda mi cara, dejando un reguero de babas y liquido preseminal. Atizaba algunos golpes sobre mis pómulos mientras me mordía mis labios. Podía notar lo caliente que estaba cada vez que entraba en contacto con mi piel. Abrí la boca y di un par de pollazos sobre mi lengua, haciendo salpicar algunas gotas de fluidos. Tenía la cara completamente embadurnada.
Tras unos largos minutos me levante, estirando las piernas después de tanto tiempo arrodillada entre sus piernas. Mi pelo ya comenzaba a secarse y sobre mi piel apenas quedaban unas gotas de la ducha. Aún así la calentura del momento me mantenía el cuerpo ardiente. -A ver si esta vez lo haces mejor.- Me dirigí a los lavabos que había contra la pared, y me puse frente al espejo, dándole el culo y levantando una pierna para apoyarla sobre un cubo de basura para dejar la entrada a mi coñito accesible.
Rápidamente él se levantó, se colocó detrás de mi agarrándosela con la mano y comenzó a frotarsela contra mi coño. La verdad esperaba que tuviese la iniciativa de comerme el coño antes de ...