1. Naly la gimnasta


    Fecha: 30/06/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... seguidos, sin casi darla tiempo a gruñir o llorar, sin casi dejarla ni respirar, tornando sus blancas y prietas nalgas en un rojo que cada vez sería más y más intenso.
    
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    Tras el decimo azote, Naly temblaba y lloraba, encogía y los deditos de los pies y abría y cerraba las manos para hacer más llevadero el dolor. Adriana admiró el culo rojo de Naly y sonrió.
    
    - Valya – dijo señalando a la chica de la primera fila, que estaba llorando de ver como castigaban a Naly, al igual que alguna otra. – Ahora tú, y recuerda, tan fuerte como puedas, o luego iras tú.
    
    La chiquilla, con su chancla de suela de goma en la mano, arrastró sus pies descalzos por la moqueta y fue hacia donde estaba Adriana. Desde allí vió el culo de Naly y los labios de su coñito, con el vello rodeándolo. Estaban rojos, sin duda algún azote había recibido allí, y sin duda recibirá más, pero lo que la impresionó fue como estaban ya las nalgas de Naly, de un rojo tan intenso que casi la dolía a ella.
    
    Llorando, apoyó la chancla en el culo de Naly, que hizo una ...
    ... mueca, cerró los ojos, apretó las manos y encogió los deditos de sus pies esperando el azote.
    
    - Lo siento mucho Naly – susurró Valya. Y ante la sonrisa de Adriana, descargó con todas sus fuerzas el primer azote en el centro del culo de Naly.
    
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    El golpe había sido más fuerte de lo que Naly esperaba, y gruño tan alto como la mordaza le permitió. Todas escucharon el sonido, había sido tan fuerte y salvaje como los de Adriana, pero distinto. El culo de Naly se había movido a cada azote recibido, y seguía haciéndolo con los que caían ahora.
    
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    Los azotes de Valya caían todos con precisión en el centro del culo, y Naly lloraba sin parar. Las gimnastas veían como a cada azote el culo de Naly bailaba y ella se movía hacia delante, como impulsada, hasta que la chiquilla acabó por derrumbarse sobre la cama en el último azote.
    
    - Está claro que así no puedes estar.
    
    >> A partir de ahora te pondrás sobre las rodillas de quien te azote.
    
    - Yelena, siéntate en la cama, y tu zorra – dijo agarrando a Naly que apenas podía moverse – sobre sus rodillas.
    
    La gimnasta llamada Yelena se sentó en la cama, y Naly, sollozando, se situó sobre sus ...
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