1. El encuentro: Amor, celos y sexo


    Fecha: 25/07/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... intensidad del dolor por romperme el culo en disfrute, necesariamente aprende a construir el placer del sexo anal desde el dolor de disfrutar a mi hombre. El disfrute con el dolor de aguantar al ser amado es algo que no encuentro palabras para describir, solo quien lo haya transitado de este modo puede entenderme, hace más de doce años que fui su mujer, que aproveché sus enseñanzas del disfrute del sexo, también aprender a disfrutar el gusto de mi hombre por el sexo anal, y me gusta cuando dice “ahora voy a romperte el culo”, en su boca y del modo que lo hace es una caricia para mi ego, sentirme su mujer es doble placer.
    
    Pero volvamos al momento que me está penetrando, bufando y moviéndose, esta vez no tiene la urgencia del encuentro, puede demorarse y lo disfruta, goza de mis gemidos y quejidos por la cogida impiadosa.
    
    Bufando sobre mi nuca, me dice –Te gusta yegua, como tu macho te hace sentir la pija! Dice que te han preñado, no lo me creo del todo lo que me dices, desde tanto tiempo hace pocas semanas tuvimos sexo pero tú dices que te “cargaron” en una reunión, en una orgía con amigos… no sé si creerte del todo, pero no me importa, sé y tú lo sabes que lo que lleves dentro es mío, me pertenece. – Sí, señor será como digas, soy tuya haré todo lo que digas, pero afloja un poco, de verdad me estás rompiendo el culo.
    
    De verdad me lo rompía, esta vez todo era distinto, su fuerza, su potencia, su ánimo, podía entender que esta vez no solo era sexo, también era la ...
    ... bronca hecha pasión por haberme dejado cargar por otro hombre, era el daño al ego del macho que le llenaron la hembra. Vuelve a apretarme más fuerte: - Toma, toma! aguanta putita te voy a romper el culo, te lo voy a llenar de leche de tu macho, de tu hombre, de tu dueño.
    
    Sentí sus manos como tenazas apretándome, sus dientes mordiendo mi nuca, su aliento ahogando mis sentidos, la verga empujando bien a fondo y el chorro de calientes esperma alcanzando el fondo de mi recto, varios movimiento casi imperceptibles bastaron para terminar la descarga. No tuvo la delicadeza de antes, no lo hizo esperando que afloje la tensión, fue de golpe, para sentir cuando retira la cabezota del pene de mi ano, como el descorchar de una botella de espumante.
    
    Salió de mí, limpió la pija con los restos de mi bombacha, se sentó en el borde de la cama, en silencio, esperando mi respuesta y enfado, pues no la hubo, ese momento que permanecí tendida sobre el lecho me permitió entenderlo, que ese momento de penetración anal, era la ira puesta en valor de su deseo, en parte por los celos de que su mujer se hubiera dejado cargar por otro hombre.
    
    Para cuando me incorporé, estaba sereno, mirando con dulzura, casi pidiendo las disculpas, lo entendí, puse mi dedo sobre sus labios: - No digas nada, todo está bien, entendí todo, nos amamos.
    
    Ahora es tiempo de volver a mi realidad, tiempo de partir, el Uber que solicité ha llegado, un beso con mi hombre y una promesa: Nos veremos…
    
    El maestro lobo sabía ...
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