Mi turno
Fecha: 02/08/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... estaba lanzado a tocarme,
- Esperad un poco- dije a la vez que entraba en la cocina.
- ¿Una cerveza?, hay que esperar a Basilio.
- Venga, dijeron algunos que no llegue a distinguir mientras me dirigía hacia la nevera.
El timbre sonó y en la puerta de la calle, Basilio miraba a un lado y a otro. Nervioso, como si algún vecino le pudiera reconocer. Abrí la puerta y le espere en el interior de casa. Cerrando la puerta, directamente se giró y me agarro el culo con sus manos, dejándome a medio cerrar la puerta, como si al no esperar ese tocamiento, lo disfrutara aún más. Me dirigí a la cocina para darle una cerveza a él, y sin dudar, no se acercó al salón que se abre en la entrada donde estaban los demás, me siguió hasta la cocina, donde directamente por la espalda, mientras habría el frigorífico, me agarro de las tetas, como si supiese lo que había pasado en mi coche minutos antes y él no quería empezar con desventaja.
Mi mano cogió la cerveza y mi culo se pegó al cuerpo de Basi, notando su polla bajo los vaqueros, zafándome de sus agarrón, para girarme, darle la lata en la mano que hasta ese momento se aferraba a mi pecho y plantando un beso por mi parte en sus labios mientras me escapaba con mi cerveza en la mano, hacia el salón donde los demás conversaban ajenos a la cocina.
Una vez todos en el salón, me senté con ellos, con una cerveza que alguno ya casi tenia acabada, siendo Miguel el más charlatán, siendo el más lanzado en sus comentarios hacia mí, ...
... cosa que me sorprendía internamente al ser con el que menos conversaciones había tenido, no conocía sus atributos, pero que me llamaban la atención favorablemente al ser el que rompía el hielo, que en esos momentos era lo que necesitábamos.
-chicos, voy a ponerme algo más apropiado. Tenéis bebida en la nevera. Dije mientras me ponía en pie, ante la mirada de todos.
Me coloqué la melena con ambas manos, en medio del salón, haciendo que mis pechos se proyectaran, y marcando de nuevo mis pezones en la camisa.
Subí las escaleras, deleitándome en el paseo, recibiendo las miradas de esos 5 hombres que poco a poco iban cambiando sus nervios por una complicidad entre ellos que aún no se el motivo, me tranquilizaba.
A mis espaldas oí la nevera abrirse y el inconfundible tintineo de las botellas, me hizo advertir que estaban acomodándose en mi casa. Otro paso más para que todo fuera bien, al menos lo que yo había planeado
Llegue a mi habitación, y en esa cama vacía, fría aun, tenía preparado el conjunto con el que me presentaría ante ellos.
Un pequeño tanga de cuero gris, con unas pequeñas cadenas en las caderas a juego con un sujetador balconet, con unas cintas negras cruzando bajo los pechos. Para terminar, unas medias de liga ancha, sencilla, sin ninguna filigrana que acomodarían los zapatos de tacón negro. Un batín, de encaje negro, y cinturón de raso, terminaría de preparar la primera visión de mi cuerpo para ellos. El conjunto lo eligió Javi en uno de nuestras ...