HASTA LA CIMA - TERCERA PARTE
Fecha: 04/08/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: maia24, Fuente: RelatosEróticos
... a tema la renuncia de su asistente principal anterior.
—¿Y qué hicieron cuando se fue? —pregunté con cierto interés.
—El joven Massimo mandaba un correo grupal con las instrucciones de lo que quería y nosotros generábamos un correo en conjunto tratando de resumir lo más importante de cada sector. Para ser sincero, fue un desastre. El joven Massimo no presta mucha atención a lo que realmente no le importa.
—Por lo que escucho, ser el asistente personal de Mas... del joven Massimo es un trabajo demandante pero bien remunerado. ¿Por qué ha estado vacante durante cinco meses?
—No es un secreto su personalidad problemática, y si no tienes madera de niñera, pues el trabajo no es para ti.
Alcé las cejas con alivio.
—Menos mal que estudié para profesora de inicial.
Y ambos nos reímos.
La capacitación era de seis a seis, por lo que el tiempo que me quedaba libre lo llenaba con las comidas que no había podido tener durante el día y un descanso bien merecido. Gabriel se había ocupado de llenarme la cabeza de términos vagamente conocidos, detallándolos y dándoles forma. Tuve que presentarme a un par de cursos intensivos para reafirmar mis conocimientos informáticos e incluso un par de clases de etiqueta. Cuando fue el turno de Marta habían pasado dos semanas y media.
—En el momento en el que te vi dentro de ese uniforme de limpiadora estuve completamente segura de que tu perfil había sido infravalorado —saludó Marta efusivamente para después volver el rostro ...
... en un gesto decepcionado—. Aunque habría preferido que siguieras trabajando para el señor Gabriel y no para... ¡Pero bueno! De todas formas, es un gran paso, ¡estoy muy emocionada!
Como había dicho Gabriel, Marta se encargó de la corrección de imagen.
Así como en
Miss Congeniality
donde Sandra Bullock interpretaba a un agente especial que debía infiltraste entre las candidatas de belleza, Marta recreó aquella escena icónica donde le hacían un cambio de imagen radical. Ordenó a su equipo que me cortara el cabello, lo tiñera de un negro más deslumbrante, me perfiló las cejas, se deshizo de cualquier rastro de vello, desapareció las imperfecciones en mi rostro, blanqueó mis dientes y me arregló las uñas. También se ocupó de canalizarme con un nutriólogo el cual estipuló mi nuevo plan alimenticio para que lograra definir aún más mi silueta sin la necesidad de perder horas —que aparentemente no iba a tener— en el gimnasio.
Durante días me explicó la manera correcta de hacerme el cabello, las uñas, la forma estipulada para las figuras femeninas públicas de Wechsler en el que debían maquillarse —nada excéntrico, solo conservador—, y las combinaciones de colores adecuadas para no caer en el fracaso.
Marta y todo el personal que me había llevado en el camino durante la capacitación habían sido muy claros de lo que se esperaba de mí: tenía que manejar cuentas bancarias con millones de euros dentro de ellas sin perder un solo centavo, llevar un itinerario riguroso en el ...