1. El regalo: Un antes y un después (Vigésima parte)


    Fecha: 06/08/2023, Categorías: Infidelidad Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... padres y los niños. Y lo vi muy feliz, alegre disfrutando de su familia. Como yo. Eso me hizo pensar en la mía, con mi esposo, mis niños, lo felices que somos. —Mi jefe se acomodó de nuevo en su silla, recostándose contra el espaldar del sillón, prestándome toda su atención.
    
    —Señor, su café. ¿Desean pedir algo más? —Y don Hugo me miró en espera de mi respuesta–. No señorita, respondí. Por ahora así estamos bien. Muy amable. —Y se retiró la joven, ella siempre con una sonrisa iluminando su rostro.
    
    —Hugo, usted se ha portado muy bien conmigo y lo agradezco en verdad. Es un hombre inteligente y bueno, que se merece ser feliz y creo que puede serlo, si logra vencer su rencor y darle una oportunidad a su esposa para explicarse. Mire Hugo, se lo digo por experiencia. —Y bajando mi mirada debido a la amargura que sentía todavía al recordarlo, le conté un poco por encima mi historia pasada.
    
    —Hace muchos años yo también le fallé al hombre de mi vida. Por mi infantil estupidez, por no saber comprender que a veces el esfuerzo por conseguir una meta, es justo valorarlo y acompañar esos sueños, apreciar la voluntad para salir adelante y no valoré la dedicación de mi novio en aquella época de estudios en la universidad, dejándome llevar por el aburrimiento, me confundí pensando que no era yo lo primero ni tan esencial para él y me dediqué a perder su amor, entre fiestas y con engañosas palabras. Lo dejé por otro más divertido pero vacío de principios y valores, casi lo pierdo para ...
    ... siempre. Lo busque, le pedí perdón y él, mi esposo me escuchó. —Le terminé de contar, percibiendo que unas lágrimas rodaban por mis mejillas hacia el mantel.
    
    Mi jefe volvió a acercarse, recogió mi mano de nuevo pero con mayor fortaleza y con la otra levanto mi cara del mentón.
    
    —Silvia, pero tú no eres como mi esposa, no le hiciste lo que ella a mí. La vi y eso me mató. Verla tan compenetrada con su amante teniendo sexo en la sala de mi propio hogar, eso fue desbastador para mí. No creo que pueda olvidarlo nunca. Ella no es como tú, mi esposa se convirtió en un demonio desatado, seducida a conciencia por la lujuria y tu Silvia, por el contrario te has convertido en esa mujer especial que me cuida y se preocupa de mi bienestar. Silvia no puedo dejar de pensar en ti, tu, Silvia tú eres mi ángel. —Y esas palabras me estremecieron, dispararon mis alarmas, pues mi jefe volvía por el mismo camino y yo necesitaba dirigirlo hacia el otro lado, el que lo conduciría hacia su mujer.
    
    —Hugo, no quiero parecerle indiscreta pero… —Y en ese momento desplace mi silla para acercarme más a mi jefe y hablar con un poco más de intimidad, hablar en voz más baja.
    
    —¿Hugo puedo ser muy sincera con usted? —Le pregunté y mi jefe asintió. Su rostro no denotaba aspaviento o extrañeza en mi comportamiento, así que proseguí fijando mi mirada en sus hermosos ojos grises para no perder detalle de sus gestos cuando le hiciera la pregunta indebida.
    
    —Usted y su señora… ¿Tenían buen sexo? Es decir ...