1. El regalo: Un antes y un después (Vigésima parte)


    Fecha: 06/08/2023, Categorías: Infidelidad Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... Hugo, se llevaban bien o tal vez, usted la tenía abandon… Es que usted con los continuos viajes, tantas reuniones hasta tarde… Hugo, puede que su esposa se sintiera como yo en aquel tiempo, sola, aburrida y desplazada y encima pues el sexo no era para usted tan importante y para ella sí. Disculpe si me entrometo. Y si quiere no me responda. —Y mi jefe sin apartar sus ojos de los míos, con seriedad me respondió…
    
    —Silvia, pues la verdad no lo sé. Es muy posible que tengas razón. Me criaron bajo una férrea educación católica, siempre me dediqué al estudio, honestamente las salidas por ahí con los amigos a ligar, no eran para mi fundamentales y solo de vez en cuando lo hacía, más por agradar a mi madre, ya que mi padre era más rígido en esos aspectos, el solo quería que yo siguiera sus pasos y me hiciera cargo de la empresa familiar. Martha mi esposa, es la única mujer con la que he tenido sexo. La conocí en la universidad, nos ennoviamos y ambos pues… Se podría decir que perdimos la inocencia hasta la noche de bodas. Ni ella sabia y yo, mucho menos. Nuestras relaciones sexuales fueron normales, como todas las parejas supongo. La pasamos bien y lo hacíamos seguido antes de que llegaran los niños. Tú sabes, todo cambia cuando nacen tus hijos, ya el tiempo se comparte con ellos, se vuelven lo primordial y me dediqué a luchar por conseguir el dinero para que no les faltara nada, prever sus estudios a futuro y con mi esposa pues… Sí, el sexo pasó a segundo plano la verdad. ...
    ... —Se hizo silencio entre los dos. Pero nos mantuvimos cercanos, tanto que yo podía percibir la fragancia de su colonia el seguramente mi perfume. Posó su mano sobre mi pierna pero no muy arriba, un poco por encima de la rodilla, yo baje instintivamente mi mirada hacia su mano, temiendo que la fuera a subir.
    
    —Silvia, tú… ¿Estas insinuando que yo soy culpable de todo esto? —Y yo por respuesta puse mi mano sobre la suya y la acaricié con suavidad, sin dejar de mirarlo a los ojos.
    
    —Hugo, del uno al diez usted… ¿Qué tan bueno se considera al momento de dar placer a una mujer? ¿Qué tan bueno es usted en la cama? —¡Directa y al grano!
    
    Tanto, que creí haber obrado mal, pues él de inmediato retiró su mano de mi rodilla. Se puso en pie y me asusté por haberlo presionado demasiado o tal vez ofendido sin querer. Don Hugo hizo un ademan con su mano y la muchacha se acercó hasta la mesa para preguntar que deseábamos más.
    
    —¡Cancelar la cuenta! —Dijo mi jefe a la joven, quien de nuevo sonriente intentó darse vuelta para acercarse a la barra, sin embargo mi jefe le entregó un billete en su mano, la chica miró la denominación y don Hugo le dijo con seriedad… —Lo que sobre es para usted por su amable servicio–. Y feliz, la muchacha se marchó dejándonos solos nuevamente.
    
    —Silvia, yo invito. Jamás dejaré que pagues, pero ahora tú y yo, nos vamos a otro lugar. Aquí no puedo ni quiero hablar de eso. —Me dijo con la seguridad y firmeza tan habitual en él, extendió su mano y me ...