El regalo: Un antes y un después (Vigésima parte)
Fecha: 06/08/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... los labios de su vulva, pasar de largo como quien no quiere la cosa, pero mi cosa queriendo, y continuar con la otra pierna. ¡Lo mejor lo dejaría para después!
—¡Ummm! ¿Sí? Tan bella ella. Ya la quiero conocer. ¡Aghhh!… Precioso mío, me tienes flotando entre las nubes, por favor, no te detengas. ¡Cuánto te amo, mi vida! —Le saqué a mi mujer varios suspiros que se encadenaron con tímidos gemidos.
Agarrada de la manta, sus delicados dedos se tensaban, apuñalaban el fino algodón de la tela con el nacarado rubí de sus uñas, su cintura ondulaba rítmicamente y parecía levitar entre breves segundos a medida que su respiración, en principio pausada, se esmeraba en sumar minutos para ir acentuándose. El placer que sentía Silvia era también el mío, obsequio de mis dedos delineando la forma de sus ya henchidos labios, los que se abrían sin mayor esfuerzo ante la invasión constante de profundos roces y decididas caricias. Tantos años con su bello cuerpo a mi lado, me otorgaban la capacidad de conocer sus gustos y acariciarla sin apuros ni errores en el tacto ofrecido. Y seguía siendo muy erótico observar los gestos en su rostro, sus miradas achinadas, de parpados entre abiertos dejando escapar destellos de un éxtasis próximo que por supuesto lo consiguió.
—Pues ella también tiene deseos de conocerte, aunque debes saber antes que Almudena es una mujer un tanto peculiar, sumamente expresiva y con una forma de ver la vida bastante generosa, abierta… ¡De mente! —Respondí a mi mujer ...
... con cierto humor negro y Silvia arqueó sus cejas, abriendo mucho sus divinos ojos cafés, ya un poco repuesta de su orgasmo.
—¿En serio? Y porqué mi amor. ¿Intento algo contigo? Dime la verdad Rodrigo. —Silvia me preguntó con preocupación. ¿Celos? Tal vez, así que le respondí a mi esposa con sinceridad, para que no hubieran malos entendidos.
—¡Querer quiere, pero poder no puede! Jajaja. Es una mujer madura, bonita y muy bien cuidada entre el gimnasio y una que otra visita al cirujano plástico. Pero no se ha sobrepasado conmigo, mide mucho sus acciones y las palabras. Creo que es más la soledad que la rodea lo que provoca que precise compañía, amistades para divertirse y dialogar. Es divorciada y según me contó, su ex esposo no aguantó su tren de vida tan… ¡Liberal! Es muy espontánea y cordial. Nada que deba preocuparte mi amor. Y espero pronto, poder cambiarle su camioneta vieja por un modelo nuevo. —Terminé por aclarar la situación.
—Pues mi vida, espero que para cerrar ese negocio no tengas que usar a «mi cosito». ¿Entendido? —Me dijo Silvia, apresando entre sus dedos mi falo algo endurecido.
—Y bueno mi cielo… ¿Dónde está mi regalo? —Me preguntó emocionada mi mujer, buscando con su mirada por toda la habitación.
Despacio me levanté de la cama y me dirigí hasta nuestro baño, bribonamente duré unos minutos dentro, abriendo y cerrando los cajones del estante bajo el lavamanos para causar ruido y despistar a mi esposa. Me quité la camiseta y el bóxer, y envuelto ...