1. Sofí


    Fecha: 13/08/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... clítoris.
    
    Comenzó a mover sus caderas con más fuerza, se movía a delate y atrás, intentando sentir con más intensidad la punta de mi lengua que jugueteaba con su puntito de placer, sus gemidos ahogados se acompasaron a mis lamidas y cada vez que lo hacía iba acompañado de la palabra “si”, un sí que fluía de sus labios de una forma casi ininteligible
    
    Aumente el ritmo y la presión de mi lengua en su clítoris, de vez en cuando acercaba la lengua a su rajita para saborear los jugos que no dejaba de emanar, mis dedos estaban impregnados mientras un fino hilo de fluido vaginal resbalaba por mi muñeca.
    
    Con forme aumentaba la presión, ella aumentaba a velocidad de movimiento de sus caderas, aumentaba el ritmo de sus gemidos y su mano se posaba sobre mi cabeza apretándome con fuerza contra su sexo.
    
    Sabía que estaba a punto… su cuerpo, sus gemidos desesperados, su coñito babeante me lo decían, comenzó a moverse de una forma incontrolada, sentí que sus caderas lanzaba varias convulsiones, tuvo que apoyarse con las dos manos en la puerta para evitar caer al suelo.
    
    Mi lengua siguió lamiéndola y mis dedos follándola hasta que tras varios segundos de jadeos incontrolados y espasmos de placer, su cuerpo llegó a la calma. Cuando todo había pasado y él silencio se apoderó de aquella estancia, me levanté y la mire… seguía respirando con ...
    ... fuerza, pero ella aparto la mirada, estaba avergonzada por lo que había hecho.
    
    - Que hemos hecho tía… esto es muy fuerte.
    
    - ¿No te ha gustado?
    
    - Tía me voy a casa… tengo que pensar.
    
    Sofí se arregló el vestido y se puso el tanga que había quedado en el suelo, acto y seguido salió por la puerta sin mirar atrás, yo me quede sentada en la taza, con la respiración todavía entrecortada, pensando en lo que había ocurrido y un poco confundida por su reacción.
    
    Sentía todavía el sabor del pecado en mis labios, mi corazón palpitaba con fuerza y sabía que lo haría toda la noche, tenía impregnada en mi piel su perfume y su sabor, pero al ir a recoger mi tanga comprobé que ella se había equivocado y se había ido con el mío…
    
    En cuanto tuve en mi mano aquella diminuta prenda de puntilla negra, la olí para poder recordar su sabor… olía a ella, olía a pecado y deseo, olía a aquel momento que nunca iba a poder olvidar.
    
    Me senté en la taza y me masturbe… solo tuve que recordar el maravilloso momento que había vivido y no tarde mucho en correrme allí mismo.
    
    Había sido una noche rara, había perdido a mi novio y había tenido mi primera experiencia lésbica, también Sofía me había dejado, pero sabía que en su caso no era un a dios sino un hasta pronto, estaba segura de ello, porque su cuerpo no miente y este había hablado esa noche. 
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