1. Solo por probar


    Fecha: 20/08/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... al otro, y contorsionando su cuerpo debajo del cuerpo de aquel macho que machucaba y machacaba sin cesar, hasta que, fue inevitable que ella alcanzara el clímax y lanzara un profundo ahhh…
    
    Es una delicia ver a mi esposa disfrutando de tales sensaciones de esa manera. En esas circunstancias se desinhibe totalmente y se deja llevar del momento, sacando el máximo provecho del placer que experimenta. En esos instantes se olvida de todo lo que le rodea y sólo se concentra en las emociones que le producen esos instantes de inmensa satisfacción y excitación. Me hubiera gustado tener una cámara para fotografiarles en esos momentos, pero la discreción y el supuesto anonimato llamaban a la cordura. Lo cierto es que yo andaba excitadísimo presenciando la escena.
    
    Nuestro hombre siguió empujando, pero al poco rato se detuvo y se retiró, dejando ver el contenido de semen en el condón, el cual se retiró y dejó caer sobre el piso. Ella se quedó acostada en la cama, con sus brazos extendidos, y sus piernas abiertas, y este señor se dedicó a besar sus pechos, su vientre y poco a poco a bajar hasta llegar a la vagina, que empezó a lamer con gran insistencia. No sé si ella habrá sentido algo en ese momento, porque acababa de experimentar un profundo orgasmo, pero no articuló palabra y permitió que aquel siguiera jugando con su sexo.
    
    Un rato después, y sin dejar de atender la vagina de mi mujer, el miembro de este hombre empezó a crecer de nuevo. Ella lo percibió y le pidió que se ...
    ... pusiera otra vez el condón, y él así lo hizo. Y, una vez listo, él, sin tapujos, le dijo que la quería penetrar por detrás. Y ella, entendiendo lo que vendría, se acomodó en cuatro patas, para que él hiciera lo que quería. El hombre tomo su miembro entre las manos, lo acomodó a la entrada de la vagina de mi esposa y la penetró. Y de inmediato empezó a mover su miembro dentro y fuera de su vagina, sin dejar de acariciar sus senos desde atrás, ya que está posición se lo permitía. Y así, empujando duro, él volvió a llegar a eyacular y, sin pasar mucho tiempo, se volvió a retirar. El condón y su contenido una vez más fue al piso, pero esta vez su pene salió flácido, lo cual auguraba el fin de la aventura.
    
    Ella, en esta ocasión, se volvió hacia él y, mirándole, le dijo; ¿terminaste? Si, dijo él. ¿Te gustó? Fue una maravilla, replicó. Bueno, no te podrás quejar. Pero, la verdad, ya estoy muy cansada. Me exprimiste. La que me exprimiste fuiste tú, repuso. Ya es tarde, dijo ella. Entiendo, dijo él. No te preocupes, ya me voy. Quizá mañana nos podamos despedir. Yo iré a almorzar al restaurante del hotel y, si estás por ahí, nos podemos charlar un rato. ¿Te parece? Si, dijo ella. Creo que debemos descansar. Y, diciendo y haciendo, aquel se vistió, se despidió y se fue. Mi esposa, desnuda como estaba, tan solo vestida con sus zapatos de tacón alto, lo acompañó hasta la puerta y permitió que él se despidiera con un último beso. Después de eso, cerró la puerta y se dirigió al baño.
    
    Yo ...
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