1. Solo por probar


    Fecha: 20/08/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... entré a la habitación y me acomodé en la cama, esperando que ella volviera, pero se demoró mucho en la ducha y, somnoliento como estaba, me quedé dormido. Y no me di cuenta a qué hora se acostó, si lo hizo o no. Lo cierto es que nos despertamos tarde, casi a las 11:00 am. Yo me levanté, fui al baño y, al volver, la encontré despierta. Me quedé mirándola y pregunté, ¿Y…? Bien, contestó. ¿Sólo eso? Es que es diferente, respondió. Pues no te vi tan excitada y activa como con tus negros, dije. Estuvo bien, no lo niego, pero es diferente, replicó.
    
    Bueno, y a todas estas, finalmente ¿cómo llegó hasta ti? Apenas te fuiste el tipo se quedó mirándome, pero no tomaba la iniciativa, así que yo le hice la seña para que se acercara y llegó. Bueno, ¿y para qué resultaran aquí? ¿Cómo fue? Pues fue demoradito. Estuvimos hablando. El tipo trabaja en la industria petrolera, estaba aquí asistiendo a un congreso y básicamente estaba desprogramado. Hablamos de su trabajo, de él, de su familia. Lo de siempre. Me dijo que quería mucho a su esposa y sus hijos. Y que yo le recordaba mucho a ella, que por eso me miraba.
    
    Y después de un rato, lo de siempre, me invitó a bailar. Y, ya tu sabes, el hombre andaba ilusionado. El tipo la tiene grande y, de verdad, me excité y todo se fue dando. ¿Cómo así? Pues, me decía que mi cabello negro y largo le hacía recordar a su esposa, que mi cuerpo era muy parecido al de su esposa, que bailaba muy parecido a su ...
    ... esposa, así que le dije si era por ella que andaba prendido. Y, entonces, me dijo, no, eso si es por ti. Y bueno, ¿cómo le haces el amor a tu esposa?, le pregunté. ¿Quieres saberlo?, preguntó. Si, le dije. Y, ¿qué propones? Vamos a mi habitación, le dije, pero tiene que ser ya, porque ya está amaneciendo. Y aquí llegamos.
    
    ¿Y no preguntó con quién estabas? ¡Claro! Y cuando supo que tú me habías dejado sola para que yo pudiera hablar con él, le pareció raro, súper civilizado y entonces, se interesó más. Pero, entonces, ¿él sabía que yo estaba ahí?, pregunté. Yo nunca le dije, pero imagino que lo habrá imaginado. Pues el tipo nunca miró para la ventana, dije.
    
    Bajamos a almorzar como a la 1 pm. Y al poco rato de estar allí, el tipo apareció. El la miró desde lejos y ella agitó la mano para saludarlo. Estuvo dubitativo unos momentos, pero finalmente resolvió acercarse. Hola, ¿cómo estás? Te presento a mi marido. Hola, mucho gusto, dijo él, Jorge. ¿Descansaste?, le preguntó ella. Si, dijo él. ¿Hubo mucho ajetreo ayer, pregunté? Y él, mirándome, como sorprendido, respondió, sí. Y ¿valió la pena el esfuerzo? Si, dijo él, había que probar. Ante lo cual mi esposa y yo soltamos una sonora carcajada. Creo que aquel no entendía qué estaba pasando, así que muy respetuosamente se despidió de nosotros y se fue. Y después de eso, ya nos dispusimos a salir del hotel y regresar de vuelta a casa. Y si, era una nueva aventura y había que probar. 
«1...3456»