La cerecita
Fecha: 29/08/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... metió en un bolsillo.
- ¡Oye, que son mías! - protestó Andrea.
- Estas me las quedo yo, ya te compraré otras.- contestó Ricardo, mientras le abria los muslos a Andrea y le observaba entre las piernas por primera vez. Tenía una de esas vulvas en que los labios internos casi ni se ven, ocultos por los externos. Y los externos, que Andrea ya tenía gorditos y carnosos de por sí, ahora lo estaban más, después de la sesión a la que le había sometido Ricardo. Además estaban colorados y brillantes de la humedad que destilaba su vagina.
- Que coño más bonito tienes, Andrea, cómo me gusta...
Andrea miró a las compañeras que tenía a los lados y vió que las dos iban completamente depiladas.
- Sí, pero no sabía yo que fuera norma de la empresa tener el chichi sin un pelito.
- ¿Qué? Ah, no te preocupes, si lo tienes precioso, y recortadito por la linea del bikini. A mi me encanta, vamos...
- Pues mientras el que se lo va a comer esté contento, todos contentos, jajajajaja - rió Andrea de su propia ocurrencia.
Ricardo se reajustó con una mano el bulto que tenía bajo los pantalones, lo cual divirtió visiblemente a Andrea, muy orgullosa del efecto que provocaba en los hombres. Después Ricardo se agachó y pegó la cara contra la vulva de Andrea.
- Mmmmmmmm, que gusto, joder, qué bien te huele el coño.
- Ay, Ricardo, ¿te gusta?
- Mmmmmm - aspiró profundamente Ricardo - Esto es gloria pura - Añadió. Y sin más miramientos, sacó la lengua y empezó a recorrer la ...
... suculenta raja. Empezó por la parte de abajo, donde se habían acumulado unas gotas del precioso líquido. Las recogió con la punta de la lengua y se dedicó a untarle la entrada de la vagina, cubriendo aún más de flujo los pequeños labios menores de Andrea.
- Ayyyyy, que gusto, Ricardo.
Después de un rato lamiendole el exterior de la vagina, se dirigió directamente al clítoris, el cual atrapó con sus labios, y empezó a succionarlo como si de un chupete se tratara, alternandolo con la lengua, que lo estrujaba y movía de lado a lado.
Andrea estaba en éxtasis, y cerró los ojos disfrutando mientras oía los obscenos ruidos que hacían todos los hombres al chupetear los coños que tan dispuestos se habían ofrecido, así como los gemidos de las mujeres
- Ooooooh, que gusto - - Aaaaaaaah, cabrón, dame más lengua, asíiii- - ¡Aaaaaay, que se me comen toda!
Ricardo seguía agarrado a los muslos de Andrea manteniendolos bien abiertos y a la vez evitando que se deslizara hacía atrás a causa de sus empujones. Le estaba comiendo el coño a conciencia; ahora le pasaba la lengua por el vello púbico, ahora le metía la punta entre los labios, escarbándole el clítoris. Después pasó a penetrar la vagina todo lo que pudo, moviendo la lengua con fuertes latigazos, sorbiendo de vez en cuando el líquido de Andrea.
Esta le cogió por los cabellos y tiró hacia sí, intentando meter todo lo que pudiera de lengua en su interior.
- Así, así... mmmmm... busca la cerecita, a ver si me... la ...