1. Mi vecina madura


    Fecha: 09/09/2023, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Jose17cm, Fuente: CuentoRelatos

    ... estaba totalmente sentada sobre mi mientras me deleitaba pasándole la lengua por los labios mayores, menores y el clítoris, con el que jugaba con mi dedo. Alternativamente, metía otro dedo por su coño. Se volvía loca entre jadeos y gemidos que cada vez eran más evidentes por lo sonoro de los mismos.
    
    Alicia: "Sigue, no pares, me encanta...".
    
    Yo: "Ahora viene lo mejor, prepárate".
    
    En ese momento, con un dedo en su clítoris, metí la lengua en su coño todo lo que pude y empecé a dar vueltas y giro con ella dentro.
    
    Alicia: "Aaahhh, sigueee por favor".
    
    Yo: "quiero que te corras en mi boca", dije mientras miraba su reacción y pude comprobar que asentía sin decir nada más, concentrándose en disfrutar de aquello.
    
    Chupé con frenesí aquella maravilla. En apenas un par de minutos se estaba corriendo en mi cara. Tenía todo el coño empapado y yo aprovechaba para beberme cada gota de aquél néctar de dioses.
    
    Alicia: "me voy, qué gusto, siii". Tuvo una corrida impresionante que hizo su cuerpo convulsionar. "Quiero chupártela, por favor", añadió.
    
    Yo: "Todavía no. Ahora voy a cogerte como te mereces".
    
    Alicia: "sí, cógeme".
    
    Me quité el maillot como pude, los tirantes del culotte y me dolía de lo empinada que la tenía. Por suerte mi miembro estaba bien lubricado.
    
    Cuando vio mi mástil, me susurró al oído:
    
    Alicia: "Menudo tamaño gastas, despacio por favor".
    
    Yo hice oídos sordos y se la metí de un plumazo y hasta el fondo.
    
    Alicia: "¡aaahhh cabrón! Te dije ...
    ... que despacio".
    
    Sé que en realidad lo había disfrutado tanto como yo, pues nuestros fluidos permitían que mi pene se deslizara como una máquina bien engrasada en el interior de su vagina.
    
    Había llegado mi momento, el que había estado esperando durante mucho tiempo. La agarré bien fuerte del culo y empecé a embestirla contra la puerta como si no hubiera un mañana. Los golpes sobre aquel pedazo de madera eran tremendos, parecía que en cualquier momento la íbamos a tirar abajo. Ella simplemente cruzó sus piernas alrededor de mi cadera y con sus brazos hizo lo propio con mi cuello, dedicándose a besarme intermitentemente entre gemidos y alaridos de placer. Alicia se había vuelto a correr un par de veces más.
    
    Así estuvimos durante casi diez minutos más. Cuando no pude más (no sé cómo aguanté tanto), empapados en sudor, me corrí y la llené con mi semen. La carga fue abundante. Mantuve mi pene por un par de minutos dentro de su cavidad mientras descansábamos abrazados y ya de pie junto a aquella maltrecha puerta.
    
    Alicia: "¡te corriste dentro cabrón!".
    
    Yo: "sí, ¡qué pasa! ¿Te gusta mi leche caliente dentro de ti?".
    
    Alicia: "Sí, me ha encantado. Nunca me habían cogido así".
    
    Yo: "Ya lo sé. Se notaba que te hacía falta una verga como la mía".
    
    Alicia: "No creas que no voy servida con la de Marcos, pero la tuya... uff que vergota cariño".
    
    Yo: "A mí me tienes mucho más a mano, vecina". Le dije mientras sacaba la verga de su coño, mientras mis fluidos iban saliendo ...
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