El vecino de la embarazada madura - Relatos Eróticos

El vecino de la embarazada madura

Mi nombre es Emma y el de mi esposo Darren… Tenemos treinta y siete años y vivimos en un barrio de Cleveland (Misisipi) con nuestra hija de un año... Darren trabaja en una entidad bancaria, y aunque yo tenía un buen trabajo como analista de sistemas, opté por renunciar a él cuando nació nuestra hija.

Nos conocimos en nuestro último año en la universidad y hemos sido un matrimonio perfecto durante los últimos diez años, al menos hasta hace siete meses cuando quedé embarazada de nuestro segundo hijo.

Este segundo embarazo, que llegó tan pronto después del nacimiento de nuestro primer hijo, creó mucha presión mental sobre Darren… A pesar de que está bien empleado, la pérdida de mis ingresos y el inminente costo de otro hijo, junto con otras presiones en el Banco, lo llevaron a deprimirse severamente.

Darren esta bajo el cuidado de un psiquiatra que le recetó medicamentos antidepresivos... Las sesiones de terapia y la medicación parecían ayudarlo, pero este tipo de medicación también tiene algunos efectos secundarios graves, al menos en lo que respecta a nuestra vida sexual... El medicamento le causó disfunción eréctil y una pérdida de deseo sexual.

Eso fue un gran problema ya que nos habíamos acostumbrado a tener relaciones sexuales al menos cinco veces por semana desde el momento en que comenzamos a salir... Intenté todo para que volviera a interesarse en el sexo, pero incluso chupar su polla no fue suficiente… Simplemente no podía responderme sexualmente, ni ...

... emocional, ni físicamente.

Por alguna razón, probablemente debido a mis hormonas, había desarrollado fuertes necesidades sexuales en mi séptimo mes de embarazo y traté de satisfacerme masturbándome diariamente.

También intenté mantenerme en forma haciendo ejercicio todos los días, y así es como comenzaron a desarrollarse los acontecimientos de esta historia.

Salgo a caminar todas las tardes después de que Darren llega a casa, y antes de cenar… Y como era verano había luz hasta por lo menos las 21 h... Tenemos un buen sendero para correr, andar o ir en bicicleta cerca de nuestra casa, y me encantan mis largas caminatas en esos alrededores tan bonitos.

Una tarde estaba caminando y me encontré con un joven sentado al lado del sendero arreglando el neumático de su bicicleta... Al principio no lo reconocí, pero luego vi que era Peter, hijo de nuestros vecinos de al lado.

Habíamos vivido junto a ellos durante diez años, y vi a Peter crecer de un niño a ser casi un adulto que es hoy con veinte años ya…. Él y sus padres a menudo venían a nuestra piscina en verano, y lo había visto desarrollar su actual altura de 185 cm y unos 82 kilos de peso.

Es un chico joven y guapo, de pelo rubio oscuro y cuerpo musculoso… Sabía que es un gran entusiasta del ciclismo... Me detuve frente a él y le dije:

- "Hola, Peter, lamento que estés teniendo problemas con tu bici."

Levantó la vista y dijo:

- "Hola, Emma, pinché una rueda pero lo arreglo pronto."

Me quedé allí mirándolo ...