El vecino de la embarazada madura - Relatos Eróticos

El vecino de la embarazada madura

... estaba follando con su gran polla.

Frank no duró mucho esta primera vez, y pronto sentí su gran polla palpitando en mi coño, y una gran descarga de semen disparándose dentro... Se quedó ahí hasta que su polla comenzó a suavizarse, y luego, cuando se apartó, sentí que los labios de Darren cubrían mis labios vaginales y comenzaban a chupar el semen de Frank.

Frank se recostó asombrado al ver a Darren tragarse el semen... Luego, cuando Darren se apartó de mi coño, cogió la polla de Frank en su boca para chupar y tragar todos nuestros jugos combinados.

Los muchachos cambiaron de lado y Peter comenzó a follarme por detrás, y cuando Frank se movió para chuparme las tetas, Darren se movió con él y siguió chupando su polla.

Ese fue el comienzo de varias rondas de follar y chupar… Cada uno de los muchachos inundó mi coño con tres cargas de su semen espeso antes de que terminara la tarde... Me séntí muy bien follada, repetidamente, por esas pollas grandes, sabiendo que mi esposo no sólo lo aprobaba, sino que también participaba limpiándome y chupando sus pollas.

Esa sesión con Peter y Frank fue sólo el comienzo de años de que yo fuera una puta para esos chicos… Peter finalmente trajo a siete amigos diferentes de su clase y del vecindario, y tuvimos sesiones de follar con al menos tres chicos a la vez, al menos dos veces por semana… Me había ganando la reputación de ser la zorra del vecindario, pero no me importaba mientras pudiera seguir recibiendo todas esas pollas duras.

Con su felicidad recién descubierta de ser mi marido cornudo, la depresión de Darren desapareció y pudo dejar de tomar el medicamento que causó su disfunción eréctil.

A pesar de que nuestra vida sexual podría haber vuelto a la normalidad, Darren prefirió seguir siendo un cornudo, que follarme como lo habíamos hecho en el pasado… Y si lo ha decidido yo también feliz.