El vecino de la embarazada madura - Relatos Eróticos

El vecino de la embarazada madura

... trabajar y luego noté algo que hizo que me calentase... Estaba sentado con las piernas cruzadas en el suelo al lado del sendero, y vi los bultos de una polla y unos huevos muy grandes en sus ajustados pantalones cortos.

En los últimos años no venía tanto a nuestra piscina, pues pasaba, como es lógico, más tiempo con sus amigos de la universidad, y recuerdo que cuando vino siempre usaba bañadores holgados... No me había dado cuenta de cuán grande se estaba volviendo su polla.

Seguí de pie allí hablando con él, sólo para poder mirar sus grandes genitales.

En un momento, Peter me miró algo preocupado y me dijo:

- "Si no te molesta que te lo diga, te noto bastante incómoda ahí parada de pie... Estás cargando tu espalda y sé que debes sentir algo de dolor con el peso de un embarazo de tantos meses.

Me sorprendió un poco que hiciera un comentario tan personal y le respondí:

- "Bueno, eso es muy perceptivo de tu parte, Peter, ¿pero cómo sabes cómo me siento?"

- "Lo siento… No quise ofenderte, pero estoy estudiando para ser fisioterapeuta, y recientemente hemos estado cubriendo el tema de la terapia de masaje prenatal… Entonces, estamos aprendiendo cómo dar masajes a mujeres embarazadas… Así que si puedo ayudarte, me lo dices.”, me dijo.

Entonces recordé que estaba haciendo Fisioterapia, así que respondí, mientras estaba mirando su maravilloso bulto marcando su polla.

- “Gracias por la oferta, Peter… Hablaré con mi marido sobre eso y veré que opina... ...

... Después de todo, ya sabes que un masaje puede ser algo muy íntimo."

Luego, cuando volví a casa después de mi caminata, se lo consulté a mi marido y me dijo que eso me haría mucho bien, así que le llame a Peter para aceptar su oferta y él me dijo:

- "Estaré encantado de hacerlo, y además, necesito practicar nuestras habilidades de masaje para prepararnos para el examen… Será un placer darte un masaje de manera profesional."

Apenas podía creer el efecto que Peter estaba teniendo en mí sólo de ver su gran bulto de polla marcada en sus apretados pantalones cortos... Mi pulso se estaba acelerado y mi coño se estaba mojando.

Nunca he engañado a mi marido, pero antes de casarnos tuve la ocasión de probar otra polla y saber que la suya está por debajo de la media que son 13 cm… La polla de Peter tiene que ser más grande que cualquier otra que haya visto o sentido nunca en mi coño.

Tampoco creo que Peter me hubiera afectado de esa manera si Darren y yo todavía tuviéramos sexo frecuente, pero me encontré ansiosa por un chico universitario de veinte años, con una polla muy grande.

Los mejores momentos para que Peter me diera un masaje serían durante el día cuando nuestra hija duerme la siesta, Darren está en el trabajo y Peter ya habría vuelto de clases.

Me sentía mal por Darren debido a su severa depresión y disfunción eréctil, y no quería aumentar su angustia al estar con Peter para que me diera un masaje a la espalda… Sin embargo, no estaba segura de que Peter ...