Caitiff
Fecha: 15/09/2023,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... golpeteó el clítoris, haciendo que la muchacha se estremeciera.
—Vaya, parece que he tocado un puntito sensible —comentó la mujer muy contenta.
—Agh, Miranda —masculló entre sollozos Scarlett.
La mujer pálida golpeteó con la punta de su lengua la dura pepitilla, causándole un gran placer a la maltrecha joven. Sus gemidos iban en aumento y eso la animó a atacar más. Lo lamió, lo succionó, lo atrapó entre sus labios. Hizo con él lo que quería y Scarlett lo único que podía hacer era gozar de ello, retorciéndose sin piedad. Sabía que de un momento a otro llegaría al clímax.
—Oh, ¡no puedo más! —dijo tratando de contenerse, aunque le costaba mucho.
Miranda siguió lamiendo, esta vez haciendo círculos alrededor del clítoris. Fue suficiente.
—¡¡¡Me corro!!! —anunció entre gritos intensos Scarlett.
Todo su cuerpo entero convulsionó con mucha fuerza. Tembló varias veces mientras arqueaba su espalda. Emitió varios gritos y notó como su coño sufría fuertes espasmos acompañados de una increíble explosión de flujo que surgía de su interior. Miranda no dejaba de lamer, bebiéndose todo lo que expulsaba. Parecía como si estuviera sedienta, como si necesitase bebérselo todo.
Scarlett terminó destrozada sobre la cama. Notaba todo su cuerpo muy agitado, captando el delicioso placer que aún recorría todo su ser. Miranda continuó lamiéndola, limpiando su sexo de restos de flujo vaginal que pudieran quedar. Poco a poco, la pelirroja se fue recuperando, percibiendo como su ...
... respiración se hacía más lenta y como su mente se despejaba. Fue entonces cuando su amante ascendió para quedar frente a ella.
Volvieron a mirarse embelesadas. Scarlett todavía era incapaz de creer que estuviera pasando, que una chica le hubiera comido el coño. Simplemente, parecía como si estuviera en un sueño. De repente, Miranda habló:
—¿Te ha gustado?
—Sí, ha estado genial.
Su respuesta alegró bastante a la mujer, quien no dudó en besarla, permitiéndole así degustar el agrio sabor de su sexo. Le resultaba raro, aunque no le disgustaba. Eso la llevó a preguntarse si el coño de Miranda sabría igual.
—Esta es tu primera vez, ¿verdad?
Aquella cuestión dejó a Scarlett bastante sorprendida. No esperaba que fuera a preguntarle algo así.
—Er, si, lo ha sido —respondió algo titubeante.
Una malévola sonrisa se dibujó en los labios escarlatas de Miranda.
—Ya lo he notado —puntualizó certera—. Estabas un poco incomoda. Era evidente que te sentías atemorizada, aunque, al final, te ha encantado.
Ella tampoco pudo evitar sonreír ante esas palabras.
—Pues sí, lo que me has hecho ha sido increíble.
Lo cierto era que Scarlett estaba muy satisfecha. Nunca había gozado tanto. Se masturbaba y había llegado a disfrutar mucho con ayuda de su mano, pero no había ni punto de comparación.
—Ah, ¿sí? —le dijo desafiante Miranda—. Pues prepárate, porque ahora viene lo mejor.
Ni le dio tiempo a decir algo más. La mujer de piel blanca y pelo negro la besó sin ...