1. UN GRAN DÍA


    Fecha: 09/11/2021, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... gusta mucho… y se pone así. Porque cuando a un varón le gusta las caricias se pone así.»
    -¡Jajaja! ¡Tenía los mismos pretextos que yo! – Este primo de Laura se parecía bastante a mí.
    -Pero vos eras un chico, no un grandulón.
    -Y tampoco la tenía tan grande. La mía era más “manuable”. – Yo aclaraba mi estado por entonces. Laura continuó con su relato.
    «¿Así? ¿Tan grande?» «Porque vos me gustás mucho. ¿La querés tocar?» «¿Si? ¿Puedo?» «Claro, mirá, tocá, tocá.» Entonces yo la toqué, con los deditos. «Poné la manita así. ¿Ves? Agarrala bien y tirá para atrás.» Yo lo hice… y salió la cabezota. «¿Te gusta?» «Si, es linda, está jugosa… ¿no?» «Claro, esta jugosa porque me gustan mucho tus abrazos y caricias. Agarralo bien, así, con las dos manitas, fuerte, dale. ¿Te gusta?» «Si, es lindo, esta calentito.» «¿Querés darle un besito?» «¿Un beso? ¿Acá?» «Claro, dale un besito aquí en la punta.» Yo besé la puntita de la cabeza, donde está el agujerito, despacito. Me daba… un no sé qué, pero tenía ganas. Quería saber que se siente. «¿Te gusta? ¿Es rica?» «Y…, sí, es rica.» «Besala bien, pasá la lengüita. ¿Te gusta?» «Siii… es rica…» En realidad, yo no sabía si era rica o no. Tenía mucha aprensión, pero no quería que Lucas se sintiera mal porque no me gustara. En realidad, todavía no tenía opinión. Yo sentía que esa cosota era algo de nena grande, y me gustaba mucho que Lucas me considerara para mostrármela. Estábamos del otro lado a la puerta de entrada a la cochera, atrás del auto. ...
    ... Así que desde la puerta no se veía. Eso me hacía estar tranquila y contenta de hacer cositas de grande. En eso Lucas se agacha y me baja la bombacha, y me la saca entre los pies. La puso sobre el asiento de la moto. El pito, impresionante para mí, apuntaba para arriba cuando volvió a pararse. Me tomó de las axilas, y me alzó. Sin soltarme metió la cabeza bajo la pollera y me besó la vagina. Me besó y chupó, y pasó la lengua… y la metió en el agujerito. Yo me sentía en la gloria.
    -¡Igual qué ahora!
    -¡Claro, por supuesto! ¡Cuando vos ponés la cabeza entre mis piernas! Dejame seguir… De pronto me sostuvo con una mano desde la cola… y con la otra… se agarró el pito… y me bajó de golpe! Cuando estuvo dentro de mí me puso la mano que había agarrado la pija para metérmela, sobre la boca para ahogar mis gritos. El dolor fue terrible. Me puse a llorar. No daba más. No sé si me la metió toda, hasta el fondo, pero yo sentí que me rompía toda. Me la dejó un ratito adentro… y me subía y bajaba, entrando y saliendo… No sé. ¡El dolor era terrible! Me la sacó, me paró en el piso… y me llenó la cara de leche! Me dio arcadas, vomité, me descompuse de dolor y asco. Fue terrible. Desde ese momento lo odié desde el fondo de mi alma. Para siempre, hasta hoy. ¡Un reverendo hijo de mil putas! No me acerqué más a él en toda mi vida. Cuando venía a casa yo me iba a otra punta. No quería ni verlo. Esa fue mi “iniciación sexual”. ¿Te das cuenta porque no quiero ni acordarme? Estuve como cinco años ...
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