UN GRAN DÍA - Relatos Eróticos

UN GRAN DÍA

... huyendo de los chicos. Mis compañeras de la escuela hablaban de sus novios, de las cosas lindas que hacían…, como cogían…, de lo bien que lo pasaban, y de lo contentas que estaban…, y yo no podía decir nada. Nunca conté lo qué pasé. Fue terrible. Recién a los quince pude tener sexo con un chico que me gustaba mucho…, pero con muchísimo miedo. Por suerte el chico, que era precioso, se portó muy bien. Se dio cuenta que yo tenía mucho miedo, y me trató muy dulcemente, sin ningún apuro y sin obligarme a nada. A cada rato me preguntaba si tenía miedo, si me dolía… Fue muy lindo…, y no tuve ningún dolor…, solo placer… Bueno…, a partir de ese día, cuando me gustaba un chico, me fijaba si era dulce, cariñoso, y lo hacía sin temor, cada vez que tenía oportunidad, a veces casi tres o cuatro veces por semana. Donde pudiera… ¡Me gustaba mucho! Pero de cualquier manera recién a los veintiuno inauguré mi culito… ¡Mirá que atrasada! 
-¡Bien que recuperaste el tiempo!
-¡Por supuesto! ¡Para eso están las conchas y las pijas! ¡Para usarlas! - Laura volvió a sonreír.
-Quiere decir que… desde los veinte, más o menos, no dejaste de gozar ¿no?
-Si…, bueno la mayoría… A veces mi aspiración de alguien dulce y cariñoso no era tan así…, pero… de cualquier manera, como ya estaba al tanto, nadie me volvió a hacer daño. 
-Y encontraste hombres dulces y cariñosos…
-Si, claro, por suerte…
-Entonces tengo razón. Te dije muchas veces que yo no era el único…
-¡Noooo! ¡No sos el único! ¡Sos el ...

... mejor! – Laura se puso nuevamente cariñosa.
	Hacía prácticamente dos días que estábamos en la cama. Laura había llamado a su socia y le dijo que estaría “ocupada” un par de días. Nos levantábamos para comer e ir al baño…, o para coger parados. A veces, cuando me acordaba, cambiaba la música… La relación era idílica. Teníamos sexo cada vez que teníamos ganas, ella o yo, siempre dispuestos. A veces Laura se levantaba para arreglarse el cabello…, “escandalizada” por las “cosas” que yo le hacía a su cabeza…, 69 incluido…, y nos reíamos, casi permanentemente. ¡Todo hermoso! ¡Para que no termine nunca!
-¡Mi amor! Hace casi dos días que estamos juntos. ¡Nunca estuve tanto tiempo junto a un hombre!
-¿Cómo no?
-Quiero decir, en la cama, ¡gozando sin parar! Como veinte orgasmos…, Dios, ¡no tengo nada en mis tripas!
-¿Cansada, aburrida?
-¡Nooo! Deseosa de seguir…, siempre… - Laura me besaba y acariciaba. Yo hacía lo mismo… - ¡Ah! ¡Me di cuenta! Ya sé que vos no podés en cualquier momento, tenés que descansar, “recuperarte”, ¡jaja! Pero… ahora me doy cuenta… Cuando me contás tus “aventuras eróticas”, me dan tantas ganas que te interrumpo dos por tres para garchar ardorosamente…, pero vos no me “interrumpiste” para nada…
-¿Vos te creés que me podría dar ganas, pensando en lo que te hizo ese hijo de puta?
-Aunque sea me mostrarías que hay formas más lindas de penetrar a una mujer, como vos lo hacés, tan suave y cariñosamente… - La mano de Laurita me acariciaba la pija “suave y ...