UN GRAN DÍA
Fecha: 09/11/2021,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... el botoncito. Apenas me dio tiempo para que separara los labios mayores y besara su interior. Chupando sus juguitos, besé y lamí toda la deliciosa conchita. «¿Estás bien? ¿Te gustó?» «¡Mucho! ¡Muchísimo! ¡Me dan tantas ganas!» Siempre le preguntaba algo así. Quería que ella sintiera que me importaba mucho su placer. La respuesta era siempre la misma más o menos. Pero me gustaba oírla.
-¡Mi amor! ¡Qué lindo es que quieras hacerle sentir que es importante para vos! – Laura, con sus caricias, había logrado una nueva erección de mi parte. - ¿Ves lo qué pasa? ¡La tenés justo para que yo me la trague!
-Pero tranqui. Quiero poder terminar de una vez. No voy a estar hablando toda la vida.
-¡Me hacés calentar! Si ella te va a besar… ¿por qué no yo?
-¡Jajaja! ¡Ya va a llegar!
“«¡Ahora te beso yo!» La bajé y se paró al lado del taburete. Yo no tenía que bajarme. Su boca llegaba justo. Me arremangué la pierna del pantalón y el choto quedó totalmente expuesto. Yo le había enseñado algunas de las artes de una chupada. Con sus labios me descubrió el glande y me besó. «¡Que mojadita está! ¡Qué rica!» «Me gusta mucho como me besás.» No quería metérsela toda en la boca. Podría molestarle o darles arcadas. Quería que ella gozara todo lo posible. «¿Te la puedo chupar?» «Un poquito nomás. No te la metás toda en la boca que te puede molestar.» «¿Me vas a dar la lechita?» «Toda la que quieras, tesoro. Besame la cabeza y pasale la lengüita.» «¿Te la puedo agarrar?» Sin esperar respuesta me ...
... tomó el tronco con las dos manos. «A mí me gusta mucho eso…, como me acariciás, y como me besás… y me hace salir la lechita. Cuando me venga te aviso, pero sí sentís que te ahogás, escupila, no hay problema. Yo tengo unos pañuelos para limpiar. La próxima la limpiamos con tu bombacha.» «¡Jajaja! Voy a tratar de tragarla toda. ¡Me gusta mucho!» Infatigable, la lengüita acariciaba el glande, y se detenía muy especialmente en el agujerito uretral. Me hacía estremecer. Yo sentía que me venía. Quería atrasarlo lo máximo posible. El placer de sentir su lengua era total. Empecé a temblar. Micaela sabía lo que pasaba cuando me sentía en esta situación. Se introdujo el glande totalmente dentro de su boca, sosteniéndolo con los labios…, y con la lengua siguió acariciando. ¡No aguanté más! «¡Aaaahhhh!» Me mordí los labios para no hacer ruido. El primer chorro llegó a su garganta. «¡Aaaaggggg!» «¡Escupí, mi amor, así no te ahogás!» Sin soltarme, ni con los labios ni con las manos, Mica dijo no con la cabeza…, y yo seguí con los sacudones y los chorros. Por sus comisuras chorreaba semen. Los ojos en blanco y su sonrisa eran manifestaciones del placer. Tenía las mejillas hinchadas de semen. Yo veía el movimiento de la garganta, tragando aceleradamente. Me dio pena ver que hacía todo lo posible por tragar. Para colmo lo hacía contenta. ¡Micaela es un amor total!
-¡Sos un maldito! ¡Cómo me hacés calentar! ¡Te la voy a mamar hasta sacarte las tripas! – Laura se lanzó sobre la pija. Ya la ...