UN GRAN DÍA 3 - Relatos Eróticos

UN GRAN DÍA 3

... la humedad de su concha sobre mí. Yo estaba boca arriba, con la pija clavada en Micaela, mientras la mamá se movía frenéticamente sobre mi cara. Mi nariz apretaba el clítoris mientras mi lengua se introducía en la vulva. Tenía que estar muy atento para que no se me escapara nada. Mica cabalgaba enloquecida. ¡Más que Calamity Jane! Yo no veía nada. La concha de Denisse tapaba toda mi visión pero me daba cuenta de los saltos de Mica y como se besaban entre ellas. «¡Sííí! ¡Acaboooo!» En el momento que Denisse me inunda cara, ojos y boca, siento el orgasmo de Mica bañándome la pija. Yo no aguantaba más y, en ese momento, la llené de semen. «¡Ohh! ¡Ohh! ¡Esto sí que fue genial bebé! ¡Cómo lo hacés de bien!» Denisse estaba tan exultante como la hija. Se levantó de mi cara y alzó a Mica. ¡La levantó hasta su propia boca para beber los fluidos de su hija y mi semen!

-¡La “mamita” era la lujuria total! 
-¡Y la hija salió igual! – Con Laura estamos totalmente de acuerdo.
-¡Ganaste la lotería!
-Sin duda. Nunca en mi vida se me dio algo igual, nunca. 
-¿Nunca estuviste en una orgía o algo así? ¿Con varias o varios?
-No, jamás. O sea…, si tuve tríos, en varias oportunidades, pero con dos mujeres…, nunca con otro tipo. No sé, debo ser muy celoso…, no podría ver a otro cogiendo con la mujer que me gusta.
-¡Jajaja! – A Laura le causa mucha gracia mi actitud. No quería preguntarle a ella. ¡No quiero saberlo!
	Nos quedamos acostados, en silencio. Laura me acariciaba el pecho y me ...

... daba besitos. Está acostada a mi lado y apoyada su cabeza en mi hombro. Yo pensaba mientras acariciaba suavemente su aterciopelada piel. Hace solamente cuatro días ni siquiera nos habíamos tocado. Ahora hace setenta horas que estamos en la cama, dale que te dale, más y más. ¿Quién es, o qué es ella? ¿Qué pretende? ¿Por qué es todo tan fácil y por qué no quiere quedarse conmigo? ¿Soy solamente un pasatiempo? Yo pensaba y Laura actuaba. Se acostó sobre mí. Todo su cuerpo sobre el mío, sin contacto sexual. Solamente sus tetas sentía sobre mi pecho. Puso su cabeza al costado de la mía y la apoyó en el hombro. La giró un poquito y me besó el cuello. De pronto se apoyó en mi pecho y levantó la cabeza. Me miró a los ojos…
-Dani…, hace tres días que estamos juntos…, y hacía una semana prácticamente no nos conocíamos. ¿Quién sos? ¿Un brujo? ¿Cómo hiciste? 
-En algún momento me dijiste que no podíamos convivir porque vos no estarías “a mi altura”…, o una estupidez por el estilo…
-No, no es una estupidez…
-Esperá, te digo… ¿no tenemos cosas en común? Podés creerme… o no…, lo sabrás vos. Hace diez segundos, antes de que me hablaras…, yo estaba pensando lo mismo. ¿Cómo es que hace 4 días no nos habíamos tocado siquiera… y ahora estamos en una cama desde hace 70 horas? ¿Por qué? ¿Quién sos vos? ¿Qué querés de mí si no querés convivir? ¿En qué NO nos parecemos? ¿No estamos pensando lo mismo? ¿Eso es no tener cosas en común?	
-Es difícil explicar. Baaahhhh…, yo no lo puedo explicar… Me ...