Encuentros con Sofía (Cap. 6)
Fecha: 06/07/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: andrewotero, Fuente: CuentoRelatos
... dentro mío, me contestó entre besos
Tomamos nuestras cosas y salimos, ya en el auto, la besaba y acariciaba toda, nos decíamos cuanto nos queríamos. Mientras manejaba, mi mano se posaba en su pierna y la acariciaba toda, Sofía se sentada de lado, lo cual me permitía acariciarla mejor, en cada semáforo nos besábamos un buen rato, incluso algunas veces el coche de atrás nos pitaba para que nos moviéramos.
Llegamos a un lugar apartado de las miradas curiosas, aquí les llamamos “motel”, pero este tenía la particularidad de ser temático, cada habitación estaba ambientada con temas variados, japoneses, hindúes, como una sala de emergencia, incluso uno como si fuera una oficina y otro como si fuera un salón de clases.
Escogimos uno sin temática, entramos y vimos que tenía en el fondo una amplia cama, a un costado un yacuzzi, un baño con una regadera y puertas transparentes muy amplio, una mesa con dos sillas y unas copas de vino con la botella en hielo, y algo que nos llamó la atención, una silla kamasutra.
Podíamos colocar la música que quisiéramos, de un amplio set romántico, una televisión pasaba algunas películas XXX.
Escogimos solo música de fondo y fuimos a brindar con el vino.
—Qué es esto? Preguntó Sofía, señalando a la silla kamasutra
—Pues… es una silla kamasutra, le dije
—Y para qué sirve? Me preguntó
—Pues… sirve para tener relaciones en diferentes posiciones sobre ella, le comenté. Poniéndome colorado como un tomate
—Vaya, parece que sabes ...
... mucho de estas cosas, me dijo sorprendida
—La verdad no, la he visto en fotos y algún video, le dije, y era verdad
Apreciábamos los adornos de la habitación, y veía contonear esas caderas de Sofía en cada paso delante de mío, por un momento me senté en la silla y contemplaba el lento caminar de Sofía, el poner su pierna delante de la otra en un paso lento y con el sonido de sus tacos al tocar el suelo, ese caminar suyo siempre me había vuelto loco, y ahora tenerlo tan cerca y muy pronto a mi disposición me excitaba mucho.
Se plantó dándome la espalda mientras contemplaba un cuadro colgado en la pared, con su copa en la mano derecha, bebiendo pequeños sorbos de vino, su otro brazo por su vientre haciendo base para el brazo derecho el cual se apoyaba apaciblemente en el, el peso de su cuerpo sobre la pierna izquierda y su pierna derecha ligeramente abierta en compás, a la distancia que le permitía su estrecha falda negra, la cual tenía una pequeña abertura en la parte posterior, sus caderas empinadas por los altos tacos que llevaba puesta, y sus pantorrillas enfundadas en esas medias nylon “veladas”, que prácticamente sin color hacían parecer que no llevaba puesta medias, pero a la vez las hacía ver más firmes.
Su cabello suelto le llegaba a media espalda, tenía unas ondulaciones sutiles que lo hacían ver hermoso, y en si todo ese traje apretado a su cuerpo la hacía ver tan apetecible, sexualmente hablando.
Sin dudarlo me puse en pie y caminé hacia ella, cuantas ...