UN GRAN DÍA… PERO NO TANTO - Relatos Eróticos

UN GRAN DÍA… PERO NO TANTO

... cama. Menos mal que sabía cuándo venía y por eso estaba preparado…, pues sino Laurita me habría roto la ropa… No sabíamos que era primero, desnudarnos, acariciarnos, besarnos… o refregarnos los genitales… No le di oportunidad de elegir…
La acosté boca arriba. Le levanté las piernas para que las sostuviera en alto. Me agaché entre ellas y fui a sus muslos con mis labios y mi lengua. Caricias, besos, saliva, lamidas…, llegando al centro. Sus hermosísimos labios externos me recibieron ansiosos. Humedad y temblor. Mordisqueé y chupé. Metí la lengua entre ellos y abrí el alma de Laurita. Ella tiene su alma, su risa, su vos, su alegría, allí, todo allí, en la concha. ¡Vive a partir de ella! Mordí, besé, lamí, chupé…, entre sus gemidos. No creo que hayan pasado dos minutos… ¡generoso orgasmo! ¡Todo para mí!
-¡Aaahahaha! ¡Dios! ¡Papaítoooo! ¡Es tan lindo…, tan lindo…! ¡Estaba aguantando desde hace un mes!
-¡Mentirosa! ¡Antes de anoche estuvimos juntos!
-¡Para mí fue como hace un mes! ¡Jajaja!
Repté sobre su cuerpo. Fui besando, lamiendo y acariciando cada centímetro de su piel. El monte de venus, la pancita, el ombligo…
-¡Laura, amor! ¡Qué hermosa sos!
-¡Es el paraíso! ¡Estoy en el paraíso! ¡Dani! ¡Dios! ¡Qué feliz soy!
Seguí hacia arriba. Llegué a sus tetas. Lamí los globos, allí, por abajo, allí, justo allí, donde, cuando está parada, las tetas forman un rinconcito de sudor y humedad. ¡Riquísimo! Lamí ambos…, uno y otro… Luego fui a los globos, a la areola…, a los pezones… ...

... ¡Que gloria! 
Laura no dejaba de gemir, gritar y gozar… Acariciaba mi cabeza y revolvía mis cabellos con sus dedos. La di vuelta y besé el cuello y la espalda bajando por su columna vertebral. Alevosamente dejé de lado su boca y sus labios, porque nuestros besos terminaban en la penetración… en algún agujero…, boca, culo o concha… ¡Quería tomarme el tiempo y hacerla desear al máximo!
Llegué a donde nacen los glúteos y comienza el canal del amor… Toda ella…, húmeda, sabrosa y gloriosa. Sin duda se había preparado. El hoyito estaba perfumado y encremado. Metí la lengua y Laura se sacudió. 
-¡Aaaaahhhh! ¡Me matás! ¡Dios! ¡Nunca llegás a lo máximo! ¡Siempre tenés algo más! ¡Papito, papaíto! ¡Cómo voy hacer para quedarme solamente una nocheeee…! ¡Aaaahhh!
La di vuelta nuevamente y nuevamente me dedique a sus labios mayores y menores. Tomé el clítoris con mis labios… Antes de tirar y lamer… ¡Laura largó un nuevo orgasmo!
-¡Dios! ¡Dios! ¡No puedo parar! ¡Dios! ¡Cómo es posible que lo hagás tan ricoooo…!
Tomé sus piernas y las levanté. Laurita entendió. Pasó sus brazos tras las rodillas y me ofreció el culo en todo su esplendor. Fui  entrando despacito, como nos gusta. Laura llenaba el dormitorio, y supongo que el barrio… con sus gritos de placer.
-¡Asíííí! ¡Asííí! ¡Más! ¡Más! ¡Mááááássss! ¡Por favor! ¡Bien adentro! ¡Por favor! ¡Nunca es suficiente con vos! ¡Cada vez quiero más, más, MÁÁÁÁSSSS!
	Cuando llegué al fondo me detuve un minuto. No era para descansar, sino para que ...