UN GRAN DÍA… PERO NO TANTO - Relatos Eróticos

UN GRAN DÍA… PERO NO TANTO

... qué hay más, no? No terminaron de hacer todo lo que Denisse quería, o sea lo que hacías con la hija… cochinillo…
-¿Por qué cochinillo? Al fin de cuentas estamos haciendo lo mismo, ¿no? 
-¡Todo lo que aprendiste!
-Bueno…, aunque no hubiera estado “mamita”, igual con el tiempo lo habría aprendido.
-Pero vos lo sabías desde tempranito. ¡Jajaja! ¡Me imagino lo que tus amiguitas de juventud deben haber gozado! ¡Dale qué te dale con el mejor profesor! ¡Me hubiera gustado conocerte por entonces! ¡No tendría que haber esperado tanto tiempo luego de lo que me hizo el degenerado de mi primo!
-Bueno, no exagerés. Cuando yo tenía veinte tu tenías cero años. ¡No estabas ni en los testículos de tu padre!
-¡Jajaja! Tenés razón. Bueno, no des más vueltas y contame como fue lo que hicieron con todos los detalles.
-¿Dónde había quedado?
-¿Cómo? ¿Te olvidaste? Tenías montada a Mica y a la mamá se la estabas chupando cuando acabaron más o menos juntos ¿no?
-¡Hey! ¡Qué memoria!
-Pues claro. A mí también me agarran ganas de hacer lo mismo. ¿Te acordás cuando me contaste cuándo fue la primera vez con la que luego fue tu esposa? ¡Yo quise hacer lo mismo!
-¡Picarona! ¡Jajaja! Claro, ahora venía al revés. Denisse se ensartaba y Mica venía a mi boca.
-Claro. En esa época vos podías llenarlas a cada rato ¿no?
-¡Jajaja! ¡Qué época aquella! Sigo entonces. 

“Eso fue. Las dos se dedicaron a lamer y chupar para ponérmela dura lo más rápido posible, y bueno…, a los dos minutos estaba listo ...

... para ensartarla de nuevo. Denisse no dudo un segundo. Cuando la sintió bien dura se metió el glande entre los labios y me corrió el prepucio. No lo había hecho en las anteriores oportunidades que estuvimos cogiendo. Supongo que al marido le hacía lo mismo. Antes de que me circuncidaran yo les pedía a las chicas que me hicieran así, para que no me molestara el frenillo…

-¿Ves? ¡Lo que te decía! ¿A qué chico se le hubiera ocurrido eso? – Laura pegó el grito. - ¡Sólo a vos, porque ya lo sabías!

“Se ensartó con todo, gritando ¡ahí va…! y Mica se sentó sobre mi cara. Ninguna indicación de mi parte. Listas ambas para una nueva cogida. ¡Yo temblaba de felicidad! El trámite fue más o menos parecido. La única diferencia…, que Denisse pesaba más que la hija y…

-Claro, sobre tu boca Mica era más liviana. ¿Y montada? ¿Era más pesada que yo?
-Supongo que sí. Así me parece viéndolo desde ahora. Yo era más chico. A la hija la tomé de las caderas y la movía como quería, para atrás, para adelante, a los costados…

“Le chupaba la concha y el culo. Le metía la lengua en todos los agujeros. ¡Una orgía divina! En ese momento Mica grito: «¡Mamita, Dani me metió la nariz en la colita!» «¡Jajaja! ¡Qué pícaro este Dani! ¡Pero a mí no me lo hiciste!» «¡Es que a vos no te podía mover! Sos más pesada.» «Está bien. ¡Pero luego me lo hacés!» «Sí, claro, todo lo que quieras.» Y seguía cabalgando sobre mí. «¡Nena, agarrame las tetas! Saltan mucho y me molesta.» «Si mamita, claro.» Noté que Micaela ...