UN GRAN DÍA… PERO NO TANTO - Relatos Eróticos

UN GRAN DÍA… PERO NO TANTO

... los gritos a Micaela. Entró corriendo a mi habitación y me abrazó. «¡No quiero Dani, no quiero!» «¿Qué… qué cosa? ¿Qué pasa?» «¡Quieren que me vaya!» Entró la mamá en la habitación… junto con mi madre… «¿Qué pasa?» «En dos horas nos vamos a Comodoro…» «Pero… ¿y eso?» «Nos vamos a vivir. Nos mudamos.» «¿Cómo?» «Sí. Nos mudamos. Anoche, cuando llegó, Roberto nos dijo. Al mediodía nos vienen a buscar para llevarnos al aeroparque. Él se queda hasta el lunes para encargarse de la carga al camión de mudanzas. Mientras tanto… viviremos en un hotel. Ya está todo arreglado. Lo trasladan a un cargo fijo, sin más viajes. Es un ascenso importante. Nos dan casa y todo. Escuela, lo que haga falta. Estará todos los días en casa. Irá a una oficina y volverá a la tarde como cualquier oficinista. De vez en cuando irá a ver los posos o las bombas, ahí no más, cerquita, y volverá a la noche.» «Pero…» Yo no salía de mí asombro. Mamá me miraba tan triste como yo. Mica seguía abrazada a mí y llorando… «Pero… pero… ¿no lo sabían?» «No para nada. Roberto me lo dijo anoche. A él se lo dijeron hace tres días… Pero Mica ¡no llorés! Vendremos a visitar a Dani. No te preocupés.» «¡Eso es ...

... lejos! Papá me dijo que está a 1.500 kilómetros… ¡No es aquí a la vuelta!» 
-¡Pobrecita! ¡Así. De golpe! ¡Es una barbaridad!
-¡Tenés razón Laura. Yo pensaba lo mismo! ¡Es más… ¡en ese momento odié al padre de Mica! ¡Eso no se hace! Pero, claro… es su carrera… Eso lo razoné más tarde…, mucho después. Denisse se me acercó y me dijo despacito… «Yo también lo lamento…» Creo que fue solamente para complacerme.
-¿Y qué pasó? – Laura estaba tan ansiosa como yo, en ese momento, AQUEL terrible momento, en el que me separaron del primer gran amor de mi vida…
-Denisse tomó a Mica lo más suave que pudo, la separó de mí y la llevó. Mica seguía llorando. Le hizo una triste sonrisa a mi mamá y se la llevó. ¡Nunca la volvía ver!
-¿CÓMO?
-¡Nunca la volvía ver! Por supuesto, no salí para nada de mi habitación. ¡Yo también me quedé llorando! Y así fue…
-¡Pero no puede ser! ¡No puede ser que Denisse no supiera nada! ¡O el marido era un bruto ignorante! ¡No vas a cambiar tu vida de un saque…, sin que nadie te diga nada! ¡No puede ser!
-Y… ¿qué fue eso…? ¿Un premio consuelo…? ¿Una despedida…?
-¿Qué cosa?
-Lo que había pasado el día anterior…
-Probablemente… ambas cosas…