UN GRAN DÍA… PERO NO TANTO - Relatos Eróticos

UN GRAN DÍA… PERO NO TANTO

... que el espectáculo era grandioso. Yo tirado sobre la espalda de la mamá, tomándole las tetas y bombeando dentro del culo. No quería sacarla del trance pero me dio ganas… «Mica, tesoro. Agachate tras mío y chupame los huevos.» «¡Si papito! ¡Lo que quieras!» Sentí su lengüita y sus labios en mi escroto. Metía los huevos todo lo posible en la boquita. Por momentos notaba que su lengua pasaba a la concha de la mamá. ¡No podía ser de otra manera! ¡No podía resistir la tentación! Yo no iba a tardar mucho. Entre el culo de Denisse y las lamidas de Mica, pronto “saltaría la liebre”. Denisse giró la cabeza sonriendo. «¡Mica puede hacer dos trabajos al precio de uno! ¡Jajaja!» «Ni dudarlo.» «¡Nena! ¡Apretá tu boquita contra mí! ¡Acaboooo!» «¡Vaaaa! ¡Síííí! ¡Yo también!» ¡Tremendas sacudidas al mismo tiempo! Me erguí y empujé con todo, al tiempo que el semen colmaba la tripa de la mamá, mientras la hija chupaba su concha, sorbiendo todo lo que salía. «¡Cuándo la saque Dani ponete en mi culo y chupá todo el esperma. Luego lo compartimos!» Como otras veces, las “chicas” unieron sus bocas para intercambiar semen y fluidos vaginales. ¡Todo completo!

-La sabiduría de Denisse era inagotable. – Laura confirmaba mi teoría. - ¡Las sabe todas!
-¡Y no terminamos! ¡Vas a ver lo último que hicimos! 
-¡Dame un poquito a mí!
-¿Tenés ganas?
-¡Claro! ¡Siempre tengo ganas!
	Me levanté para acomodarme. Laura no me dio tiempo. Me tomó de las caderas y se enterró la pija en la boca chupando ...

... desesperadamente.
-¡Es tan rica! ¡Me gusta tanto! 
Yo no podía hablar de lo intenso de su chupada. Inmediatamente se puso en cuatro ofreciéndome el culo. Se la metí hasta el fondo. Mis huevos “chocaron” contra la concha. La sentí súper húmeda.
-¡Así así! ¡Qué rico! ¡Pasan diez minutos y ya tango ganas de sentirte adentro!
Empuje con todo. La sacudía y ella reía. 
-¡Jajaja! ¡Cómo me gustan tus sacudidas papito!
Se la saqué y le pase la lengua por la concha y el culo. ¡Todo bien lamido! 
-¡Ay dios! ¡Qué lindo! 
Volví a metérsela y empujábamos al mismo tiempo. Cuando yo entraba, ella reculaba. Así estuvimos varios minutos, gimiendo, gritando y gozando. Cuando se tiró en la cama boca arriba, levantando las piernas, se la enterré nuevamente. 
-¡Sí! ¡Eso! ¡Síííí! – Yo tenía mis brazos a sus costados, sosteniendo sus piernas desde atrás de las rodillas. Le sacudí con todo. ¡Ya habíamos pasado la etapa de la suavidad! Ahora éramos salvajes de las cogidas, para probar todos los ámbitos, formas y maneras. Ambos nos divertíamos riendo de placer.
-¡Tomá! ¡Tomá! ¡Tomá! ¡Aggggghhhh!
-¡Sí! ¡Sí! ¡Bien adentro! ¡Mi amor, adentro, bien adentro! ¡Me gusta tanto sentirte en el culo! ¡Baaahh…. en todas partes! ¡Todos mis agujeros son para vos!
-¡Si mi amor! ¡Así! ¡Así! ¡Así! – Yo gritaba y empujaba con furia.
-¡Dale! ¡Dale! ¡Llename!
-¿La querés en el culo?
-¡Síííí! Luego ponémela en la boca que lamo lo que queda… - Tremendo chorro le inundó las tripas. - ¡Ay! ¡Sí, sí, qué lindo! ¡Cómo ...