Renee, la señora del pensionado me enseñó de todo - Relatos Eróticos

Renee, la señora del pensionado me enseñó de todo

... trasero bien rico, podía sentir lo caliente y húmedo de su chuchita.  Yo no tenía tanta experiencia, pero mis amigos me habían dicho que cuando estuviera excitandome mucho, para no correrme, pensara en otras cosas o dirigiera mi vista a cosas de la habitación, asi lo hice y la señora Renee se movía como endemoniada gimiendo y gritando, que le gustaba mi verga, que se la metiera bien duro.  Pude oir cuando ella comenzó a correrse, luego sentí que su vagina me mojaba el pene con aceite tibio.  Ella se detuvo por un rato haciendo gestos con el rostro y con los ojos cerrados.  

-Cambiemos de lugar- me ordenó.  Ahora ella se acostó y abrió sus piernas, me fui colocando en medio, ella tomó mi pene y de nuevo lo puso en su chuchita, yo solo tuve que empujar y mi pene se fue introduciendo en su vagina, estaba muy mojado allí adentro, pero yo sentía delicioso metersela.  Ella me tomó por la nalgas y me dijo la velocidad que quería, asi que fui metiéndosela lento pero profundo, asi fue al inicio, pero luego, ella me decía -dame más rápido y duro-, asi que yo me movía con más velocidad entrando y saliendo de su chuchita y cuando se la metía ella me tomaba de la cintura y me obligaba a metersela duro hasta el fondo.  -Cariño...que rica verga tienes.., me hace estremecer!!-.

-Dame más duro cariño, más duro!!-  me decía y yo se la metía con todas mis fuerzas, la cama rechinaba de los movimientos de ambos.  También ya no pude más, comencé a soltar un chorro de semen dentro de su ...

... chuchita, pero no dejaba de metersela, entonces la oí quejarse primero y gritar después, -papiiii!!, ayy ayy que rico!- y se corrió de nuevo entre gemidos.  Hasta que ya no me salió otra gota de semen, dejé de metérsela y sacársela.  Quedé seco.   Me caían unas gotas de sudor de la frente y a ella le pasaba lo mismo.  Me quité de encima y me acosté cansado a su lado.  Nos quedamos así unos cinco minutos, mientras nuestras respiraciones se calmaban.  Hasta que ella rompió el silencio -voy a darme una ducha!!- me dijo y salió de mi habitación.

 Durante todo el día siguiente, tanto en el desayuno como en la cena, nadie tocó el tema de lo sucedido en la noche anterior.  Cenamos y me fui a mi habitación, tenía que hacer tareas.  Cómo a las diez de la noche me acosté.  En eso como media hora después, ella tocó la puerta de mi habitación.  -sí, quien es?- pregunté.  -Cariño, soy yo, fijate que vi una pelicula de miedo y ahora tengo miedo, será que puedes venir a mi habitación, cuando me quedé dormida te vienes de regreso- me pidió la señora Renee.  Yo acepté gustoso, la señora tenía puesto un traje de dormir muy escaso, una playerita cortita sin sostén y un short pequeño delgado, no tenía nada abajo, pues le vi algunos pelitos que le salían.

Nos acostamos y ella me pidió que la abrazara, lo hice por la espalda, es decir quedamos en posición fetal, yo abrazado atras y mi paquete contra sus nalgas.  La habitación estaba en penumbra, entonces, ella comenzó a mover su trasero contra mi ...