LAS PAMPAS CHATAS 1
Fecha: 14/02/2022,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... por favor, no me digás eso…» «¡Marilí, Marilí! ¡Me encanta que me digas así! Nadie lo hace. O Mari o Marilína. Nadie me dice Marilí. ¡Sos único hasta en eso! Cuando me puse en marcha, Marilí me dio las indicaciones para el camino más corto. «¡Aaaahh! ¡Casi me olvido!» «¿Qué pasa? ¿Tenemos que volver?» «No, no. Para nada. Me olvidaba de contarte un chimento. ¡Jajaja!» «¿De qué? ¿Qué pasa?» «¡Jajaja! “Tú” ingeniero no fue ni va a ir a medir nada. ¡Nooo!» «¿Por qué?» «Es que…, bueno…, “la ley de la vida”. ¡Jajaja! ¿Te acordás que vos conociste a la señora Marcia, que estaba en el casco cuando llegaron?» «Si, claro. Salió a recibirnos… Está muy buena.» «Y no estaba el marido.» «No. Claro.» «Bueee… Parece ser… que la señora Marcia, cuando no está el marido, que es el dueño de todo esto, y que le lleva como veinte años…, es muy atenta con gente importante: el comisario, el juez de paz, el médico…, y… bueno…, con todos aquellos que aparezcan…» «¿Muy atenta?» «Sííí…, mucho… Cuando llegué “Tu” ingeniero estaba repantigado en un sofá, en robe de chambre, esa cosa como la salida de baño que te pusiste, pero llena de bordados, botones, y pieles… o cosas así, fumando la pipa y…» «¿Y con eso?» «La señora Marcia también estaba en el mismo sillón, no fumando pipa, sino con un ligerísimo vestido de seda, soberbias sandalias… y un escote que le llegaba al ombligo, charlando muy amablemente con el ingeniero… ¿Entendés? Sólo había dos mucamas que le estaban sirviendo bebidas y cosas así, y ...
... una de ella fue a buscar tu bolso. Bueno, supongo que durante la siesta… o a la noche…. o en ambos casos…, juegan y se divierten bastante. Pues ella parece gustar de “recuperar fuerzas” cuando algún hombre que le gusta va a hacerle compañía. Por eso creo que “tu” ingeniero no va a ir a medir nada…, y por eso cuando le hablé esta mañana no tuvo ningún problema que te quedaras a dormir en “mi habitación”, al no estar mi papá…, y no “perdieras tiempo” en ir y volver. ¿Te das cuenta? ¡Jajaja! ¡Qué picaros! ¡Menos molestias!» «¿Se divertirán cómo nosotros?» Se lo dije a propósito. «¡No! ¡Qué va! ¡Nosotros nos divertiremos mucho mejor! ¡Jajaja!» Marilí se inclinó y me dio un beso en la mejilla. «¡Jajaja! ¡Con razón tanta complacencia!» Estaba exultante. Yo también. «¿Te puedo decir algo?» «Lo que quieras.» «Bueno… pero si no estás de acuerdo me lo decís y no insisto más, y no me voy a molestar para nada. Tenés todo el derecho a decir que no.» «¿Qué cosa?» «¿Te acordás esta mañana, cuando volví a almorzar?» «¡Cómo me voy a olvidar! ¡Fue todo tan lindo! ¡Jajaja!» «¿Te acordás que hiciste cuando me ayudaste a sacarme el pantalón, antes de ir a bañarnos?» «No sé. ¿Qué cosa?» «Es que… me diste un besito en el glande.» «¡Ah! ¡Te diste cuenta!» «¡Cómo no me iba a dar cuenta!» «Como no dijiste nada…» «Es que… no quería importunarte o que te diera vergüenza.» «¿Vergüenza? ¡Jajaja! ¡La tenías tan linda! Y además ya la había tenido dentro de mí. ¡Y me habías besado… entre las piernas… para ...