1. LAS PAMPAS CHATAS 1


    Fecha: 14/02/2022, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... encontró. ¿Te aburro con tanta charla?» «Para nada. Me encanta oírte. Te entiendo perfectamente, pero aunque no fuera así, el solo sonido de tu voz me llena de placer.» Marilí me atendía diligentemente. Comida, bebida, todo, siempre a mi alcance. «Dani… sos tan… galante…, no sé… como decirlo…, amable, dulce…, todo…» «Ya que estamos en trance de intimidades, te diré que con mi novia tenemos sexo todas las veces que podemos, que a veces son varias y a veces pasa más de una semana que no podemos…» «¡Jajaja! ¡Te quejás porque pasa “más de una semana”! ¡Yo hacía  16 meses que no me acostaba con nadie! ¡16 meses!» «Pero entonces hay quién puede ser tu novio…» «No, no, para nada. Luego que nació Analía no tuve relaciones con nadie más hasta luego de terminar el secundario…, y… me puse a estudiar abogacía…» «¡Entonces vas a la universidad!» «No. Lo hago a distancia, libre, sin concurrencia. Voy a dar los exámenes a la Universidad del Sur cuando son las fechas para los exámenes.» «Y allí… ¿a cuántos muchachos te volteaste?» «A ninguno. No voy a coquetear. Además me espera mí papá. Te sigo contando…» Estábamos en los postres. Marilí estaba tan linda que me daban unas ganas bárbaras de olvidarme del trabajo, pero no podía ser…, desgraciadamente. «Bueno…, te decía. No hay chicos de mi edad en el pueblo. Todos se van…, pero…, yo tenía ganas y miedo… Ganas de tener sexo… y…» «Si… me di cuenta…» «¡Jajaja! Pero… no Dani, no fue solamente las ganas… Me gustás mucho, mucho, MUCHOOO! ¡Nunca ...
    ... hice el amor con nadie como vos! Creeme. No te estoy adulando.» «¿Y cómo fue?» «Los cuento con una mano: el tipo que reparte la soda, el contador de la cooperativa, el empleado de la estación de servicio, el farmacéutico… y el representante del intendente en el pueblo. Todos casados y mayores de cuarenta… ¿Qué te parece? ¿Qué gustazo, no? ¡Cómo no me vas a volver loca!» «¿Y cuándo terminás?» «¿Lo qué?» «La facu digo. ¿Cuándo te recibís?» «Ya falta poco. Solo debo siete materias…» «¡Fenómeno! Luego te vas a trabajar a la ciudad… y en dos semanas vas a tener quince pretendientes…» «¡Jajaja! ¡No exagerés! Además quien dice que alguno sea la mitad de vos…» «¡No exagerés vos!» «¿Querés un café?» «Bueno, así me despabilo.» «¿Te aburrí mucho?» «¡NOOO! ¡Por el sueño que me dio la comida!» «¿No querés que durmamos la siesta?» «¿Vos suponés que si me acuesto con vos voy a dormir?» «¡Jajaja! Te acostás solo…» «¡Oh, no preciosa! No puedo, desgraciadamente…» «Pero te ayudo. Te lo dije.» «Hagamos así… Te lo prometo. Si adelanto lo suficiente con tu ayuda, los otros días nos tomamos tiempo para nosotros… ¿sí? ¿Qué te parece?» «Bueno, vamos a vestirnos.» «Dale.» «¿No querés ropa limpia?» «No. Me va a quedar tan roñosa como ésta. Mañana me cambio…» «¡Jajaja! Está bien. Esta noche te la lavo.» Nos estábamos vistiendo. Ella su rotoso pantalón, la camisa carpa y borsegos… «¡Estás loca! ¡Mirá si vas a ponerte a lavarme la ropa!» «¿Por qué no? Me gustaría hacerlo. Pensar que sos mi pareja…» «Marilí, ...
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