LAS PAMPAS CHATAS 4 - Relatos Eróticos

LAS PAMPAS CHATAS 4

... ¡Cuanto! 
-¡Jajaja! ¡Te motiva saber que va a mi boca!
-¡Sísísí! ¡Me gusta saber que te lo tomás!
	Es un espectáculo único. Al no tener la boca pegada a su concha para chupar, la veía toda y como salía el chorrito. Laurita estuvo orinando en mi boca más de un par de minutos. La tomé de las caderas para que doblara las rodillas. Pude lamer, chupar y besar, hasta las últimas gotitas. Le dejé la concha perfectamente limpia.
-¡Qué rico papi! ¡Ahora me toca a mí! ¿Estamos?
-Si tesoro. Todo para vos. 
Laura se acomodó en el bidet. Una altura ideal. Me paré frente a ella.
-¡Mamala bien tesoro! Luego de acabar te orino… ¿sabés?
-Sí, claro. ¡Todo completo!
Sentí como sus besos acariciaban el glande. Los labios apretaron el tronco. Lamió desde el glande a los huevos. Todo ensalivado por la lengua y los labios. Se la introdujo hasta la garganta. Sentía como la lengua recorría zalameramente el glande, en el agujerito de la uretra. Exquisito. Con las manos me acariciaba los testículos y los muslos. Yo estaba con las rodillas levemente dobladas. Con mi movimiento ayudaba a entrar y salir la pija de su boca. Varios minutos gozando de la boca, los labios, la lengua, de la hermosura de Laura. 
-¡Uummmm! ¡Uummmmm! ¡Aug! ¡Glup! ¡Glup! – El sonido de su mamada era excitante. 
	Laura respiraba trabajosamente. Por momentos abría la boca para tomar aire. Yo gozaba plenamente. Ya pensaba lo lindo que sería ver el chorro de orín entrando en su boquita. 
-¡Ya! ¡Ya! ¡Yay! ¡Síííí! ¡Vaaaa! ...

... - Me sacudí, estremecí, temblé…, y los chorros de semen llenaron su garganta. Me lamió la cabeza hasta retirar la última gota. Me retiré un poquito para ver salir el chorro de orín. Laura abrió bien la boca y el chorro descargaba perfectamente, ninguna gota perdida. Laura con los ojos cerrados y la boca abierta, con una leve sonrisa en sus comisuras… Todo perfecto y hermoso. Cuando descargué mi vejiga, lamió bien y la dejó perfectamente limpia, brillosa.
-¡Riquísimo tu pis, mi amor! ¡Cómo me gustó! ¡Es como un tibio caldito! ¡Tenemos que hacerlo seguido! 
-Todo lo que podamos. ¡Jajaja! Vamos a la cama. 
Con una mano apreté uno de sus glúteos como si fuera una garra. Era hermoso sentirlo en la mano. El dedo mayor introducido en el orto. Laurita tomó la pija, caída y relajada, pero su contacto igual me hizo sentir placer. Todo perfecto. Nos acostamos, cansados y abrazados. 
-Seguí papito, seguí contándome las maravillosas cogidas de tu juventud. ¡Me calientan tanto!
-¡Jajaja! ¡No te perdés ni una!
-¡Siii! ¡Así aparecen algunas otras cosas lindas para disfrutar! ¡Jajaja!

“Nos despertamos a eso de las siete. Nos refregamos algunos minutos…, un cortito 69…, el primer orgasmo del día de ambos… Nos fuimos a bañar…, sin “insistir” demasiado. Ambos sabíamos que estaríamos bastante “ocupados” el resto del día. Desayunamos y Marilí miró la hora. «Ya deben estar llegando.» «Bueno…, pongámonos a “trabajar”.» «Me parece muy bien.» Volvimos al dormitorio a preparar la cama, nuevo ...