LAS PAMPAS CHATAS 4 - Relatos Eróticos

LAS PAMPAS CHATAS 4

... para penetrarla. Lo hice despacito, para no apurar el trámite, así las nenas no se perdían el espectáculo. Marilí quería que vieran como cogíamos nosotros… Creo que no habían pasado cinco minutos, y las nenas estaban de vuelta, completamente desnudas. ¡Impecables! ¡Hermosas! Juliana tenía un cuerpo escultural, de modelo, todo perfecto y en armonía. Las tetas eran pequeñas pero con un cono perfecto, duro, y los pezones apuntando agresivos, hacia adelante y… de Erika… ¡ni hablar! No era tipo modelo, más bajita, con un par de rollitos encantadores, de esos que dan ganas de morder, con unas tetas de órdago, grandes, pero duras, apenas la caída suficiente para que debajo de los globos se forme esa transpiración que a mí me gusta tanto chupar. Tal vez tuviera un par de kilos de más…, que la hacían absolutamente voluptuosa…, lo suficiente para que su mirada y su sonrisa solo dijera ¡quiero coger! ¡SI! ¡Era Micaela! Mica tendría…, si, claro, 16 años a esta altura. Erika era como siempre pensé que sería Mica a esa edad. ¡Lo justo! ¡La pija se me puso recontra dura al pensar en la cogida que le daría a Erika! ¡Creo que ni Marilí me calentó tanto! ¿Podría darles algo que no conocieran? «¡Qué lindo! ¡Cómo se divierten!» Erika se acercó rápido al borde de la cama para ver como se la metía a Marilí. La miré y sonreí. Ella me guiñó un ojo como diciendo “luego quiero yo”. ¡Marili estaba para una acabada! Tan caliente la puso tener a sus amigas cerca. Juliana se instaló del otro lado y ...

... acarició el clítoris de mi amante. Yo tenía las manos en sus tetas. ¡Erika me acarició los huevos! ¡Todos contentos! 
“Me puse a bombear más rápido. Ya teníamos el auditorio que queríamos. Marilí se arqueó. Apoyada en los glúteos y los hombros se estremeció lanzando su primer orgasmo. Juliana inmediatamente se agachó a chupar lo que quedaba libre de la concha de Marili y de mi pija. Había un montón de jugo. No perdió la oportunidad de darle un lambetazo a la pija. ¡Verla así me puso a punto! «¡Sííííí! ¡Ay vooooy!» Y me derramé dentro del condón. «¡Sisisi! ¡Te siento! ¡Te siento! ¡Cómo tiembla papito! ¡Qué lindo! ¡Te apreto! ¿Sentís? ¡Es la locura! ¡Me vengo de nuevoooo!» Marili acabó de nuevo una… y otra vez. Sentir mi pija acabando adentro, aunque tuviera el condón, la había recontra excitado. A mí también me gustó mucho, aunque nunca fui muy partidario de tener cubierta la pija con látex. Pero así venía la cosa. Cuando la saqué, una vez que Marilí se relajó, con una sonrisa de oreja a oreja, brindada más a las chicas que a mí, Erika rápidamente me sacó el condón. «¡Hey! ¡Qué cantidad! ¿Toda esa leche tenés vos? ¡Yo la quiero!» «¡SI! ¡Yo también!» Gritó Juliana… «¡Jajaja!» Marilí reía de felicidad. Erika hizo el consabido nudito. «¿Lo querés guardar de recuerdo? ¡Jajaja!» «¡Si claro! ¡Jajaja!» «¿Me la metés a mi Dani, por favor?» Erika estaba apurada. «Un momentito…, tengo que recuperarme. Para ustedes es fácil, abren la piernas y ya está…» Las nenas estaban dispuestas a todo. ...