MI FANTASIA SIEMPRE FUE MAMAR VERGA - Relatos Eróticos

MI FANTASIA SIEMPRE FUE MAMAR VERGA

... pues bueno, tú ya te imaginas, no te quiero aburrir. 
-	No me lo imagino, y menos me aburro, por favor continua. 
-	Pues bueno, le mamo la verga.
   Al escuchar eso casi me vengo de la emoción, ese jovencito de preparatoria hacía lo que yo siempre había deseado hacer con otro hombre. 
-	¿Lo has hecho muchas veces?
-	Muchísimas, no sé ni cuantas, lo hacemos desde que yo tenía catorce y el quince. 
-	¡Guau! ¿Te has acostado con él?
-	No, pero ganas no me faltan. Pero te digo que el no es gay, así que solo le mamo la verga y, cuando estamos solos en su casa, le doy masajes por todo el cuerpo, con aceite y toda la cosa, a cambio el me deja que lo bese por donde yo quiera, menos en la boca. 
-	Pero eso no está bien, parece que tu pones todo en la relación y él solo recibe. 
-	Pues sí, así es, pero ya ves como es el amor. Además es el único chico que conozco dispuesto a eso. 
-	No te creo. Estás muy, muy guapo, mucho, yo creo que no debería ser difícil para ti encontrar pareja. 
-	¿Muy, muy guapo?
-	Me suena como a que te gusto. 
-	Lo dije como un cumplido. 
-	No, Jorge, el primero fue un cumplido, esta vez se te salió, ¿verdad? A ver, yo ya hablé mucho de mí, ahora tu cuéntame de esos gustos y cosas que todos tenemos. 
-	Okey, solo porque me siento súper a gusto contigo, pero tienes que jurar que nunca se lo vas a decir a nadie, jamás.
-	Te lo juro por mi vida. 
-	Al igual que a ti me gustan las mujeres, de hecho tengo mi novia en la universidad, pero…Ahora te ...

... comprendo mejor, se sienten mucho nervios el decirle a alguien algo que te has guardado siempre, de hecho no puedo creer que te lo vaya a decir. 
-	Te juro que guardo tu secreto. 
-	Pues que eso que tu haces es mi fantasía, mi gran fantasía.
-	¿Usar ropa interior de mujer?
-	¡No! Eso no. 
-	¿Entonces?
-	Pues siempre he tenido ganes, bueno, la fantasía, bueno, ya, sin rodeos. Siempre he soñado con mamarle la verga a un chico.- Bajé la mirada con vergüenza, sin saber por qué, pues era lo que el me había dicho que hacía regularmente desde los catorce años.
-	¿También te gustan los hombres?
-	Pues más bien la verga, ja, ja, ja.- Me reí nervioso.- Es con lo que sueño, vaya que lo he soñado…
  Y no pude terminar, porque Rafa, seis años  menor que yo, me calló con un beso en la boca. Al principio me desconcerté, pero la sensación de sus labios en los míos no era para nada desagradable, al contrario, era electrizante, sentí como todo mi cuerpo vibro; me dejé llevar y nos estuvimos besando por un par de minutos, algo así.
-	Nunca había besado a un hombre, me gustó mucho.- Dijo Rafa.
-	Yo tampoco. 
-	¿Te gustó?
-	Sí, sí me gustó, Rafa.
   Nos besamos de nuevo, más tiempo y con más pasión, rozando nuestra lenguas y rodeándonos con los brazos. Luego nos miramos y sonreímos, él recargo su frente en la mía. 
-	Hoy puedes hacer realidad tu fantasía, guapo.
-	El guapo, eres tú, ya te lo dije varias veces, estás como quieres, pero…
-	¿Pero qué?
-	Estás bien morro, me da ...