1. Mi padre


    Fecha: 25/07/2017, Categorías: Masturbación Autor: DENYS PERVERSO, Fuente: CuentoRelatos

    ... entonces escuchó las pisadas del caballo. Justo en el momento en que Zacarías lanzó la cuerda sobre un árbol. La amarró de la silla, y camino con lentitud, hasta que Agustín quedo pendiente, pateando grotescamente. Zacarías esperó paciente a que Agustín muriera, después liberó su cuerda y desapareció del lugar. Días después Zacarías inició su cacería. Zenón pensó que no podría encontrarlo. Había huido bastante lejos, esa noche llegó al pueblo de aquel lejano lugar. Había comprado un vestido blanco para su Naty, se casaría con ella lo más pronto posible. Pagó la habitación del hotel, y después de un deseado y necesario baño. Se encontraba con Naty reposando sobre la cama. Por una causa que el mismo desconocía, se había encariñado con Naty como con ninguna mujer incluyendo su madre. Pero sabía de sobra, que también era por darle en la cabeza a Zacarías. Sin embargo, Natalia era una linda chiquilla de su misma edad, llena de sueños y candor. Solos, en aquella habitación, era imposible que no consumaran su amor. Zenón la tenía a su merced y ella deseaba ser su mujer. Le dio un beso en sus frescos labios, mientras deshacía el moño que sostenía su bata de dormir. La tranca de Zenón, se encontraba ya estirada. El banquete estaba puesto. Y el solo debía tomarlo. Deslizó la mano, hasta colocarla en su deliciosa panocha. Al sentir la suave tela de su prenda íntima, la verga de Zenón adquirió mas rigidez.
    
    Su emoción, no tenía límite, al palpar la espesa mata de pelos, aun por encima ...
    ... de sus pantaletas. Naty, destilaba amor al observar el fuego destellante de sus ojos azules. Rodó una y otra vez el dedo por su rendija, hasta que este formó un surco. Tras aquello liberó con premura su estirada estaca, y la empujó suavemente en su intimidad. Su emoción era indescriptible, tomó su duro sable y lo deslizó en su surco, tal como lo había hecho con el dedo. Naty, había cerrado sus ojos, la humedad se había hecho presente en su vagina. La excitación de ambos los mantenía flotando entre nubes. Unas gotas de líquido transparente, quedaron impregnadas en la parte frontal de las pantaletas. Pero eso solo era una parte. La intima prenda estaba escurriendo por la parte que cubría las nalgas de la dulce Naty. Los dos impulsaban sus caderas al encuentro de sus ansiosos sexos. Zenón abrió la bata y se deleitó mirando sus melones, ni grandes, ni pequeños, pero hermosos, muy hermosos. De blanca textura y rosados pezones, rodeados por una atractiva aureola de tinte más oscuro. Se incorporó y la despojó de sus pantaletas, por primera vez contempló el peludo sexo de su novia, a plena luz, el oscuro arbusto capilar de brillante tono, se hacía más apetecible. Sintió el deseo irrefrenable de lamer su cóncavo rincón, y arrebatarle los sonidos propios de su deleite. Separó los gruesos labios y hundió la lengua y batió con ella el clítoris, lo atrapó con los labios, y lo succionó hasta escuchar las quejas de placer de Naty, que se retorcía presa de fuertes espasmos en su vagina. Ella ...
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