1. Sexo en la vieja hidroeléctrica -5 bis- Una semana más tarde


    Fecha: 31/07/2018, Categorías: Otras Categorías, Autor: superrapado, Fuente: CuentoRelatos

    ... extravío en la mirada le delatan.
    
    Cierra los ojos vencido por lo que le acaba de ocurrir y cuando los abre de nuevo, el rural ya se ha ido, su hora del café ha expirado y debe de volver a su puesto en el consistorio con la orden de exhumación en el bolsillo.
    
    EN EL VIEJO CAMPOSANTO
    
    Se está procediendo a la apertura de la tumba de Teresita Carmen en presencia de un juez y su auxiliar, familiares de la fallecida y el agente de la Rural.
    
    La lápida, partida en dos, reposa sobre unos cascotes de ladrillo y argamasa.
    
    Un par de hombres cavan en la fosa para llegar al féretro, extraerlo y comprobar si debajo yace, oculto, el cadáver de Cipriano Rodrigáñez.
    
    Es una mañana gris de otoño con una neblina heladora que todo lo cubre y que tiene a los presentes ateridos.
    
    El policía observa a los cavadores con preocupación.
    
    Mientras, como surgido de la nada, se presenta el administrativo.
    
    Saluda a todos, en especial al juez para identificarse como representante del consistorio.
    
    Después se une al rural.
    
    -¿Cómo va?
    
    -Ese par de torpes han roto la lápida -contesta el agente señalando a los cavadores- Los familiares de Teresita ya han dicho que alguien tendrá que pagar una nueva.
    
    -Al señor alcalde no le va a hacer gracia.
    
    -Que hubiera mandado a gente hábil y no a los inútiles de sus primos.
    
    -Cuidado con esas acusaciones de enchufismo, agente.
    
    -¿Es usted ahora su espía?
    
    -Soy el hombre que le sirve al señor alcalde de felpudo. Ya ve lo bajo que ...
    ... estoy cayendo.
    
    Le noto nervioso.
    
    -Lo estoy. Y más de lo que imaginaba. Me asaltan todas las dudas.
    
    -Lógico.
    
    -¿Dónde andaba? Se le esperaba a primera hora.
    
    -Asuntos municipales urgentes.
    
    -¿Y esto no lo es?
    
    -Mi amo me ha requerido y no me he podido negar.
    
    -No me diga que también el alcalde quiere “tratos” con usted.
    
    -Sé que he caído muy bajo. Pero por el momento conservo una brizna de dignidad que me impide terminar al nivel de un mero esputo infectado.
    
    Pero... ¡quién sabe!
    
    -Prefiero que no me siga contando.
    
    ¡Dios, lo que daría por un café caliente!
    
    -¿Le traigo uno?
    
    -Usted no se mueve de aquí. Es capaz de no volver. Le quiero a mi lado cuando el barco comience a hundirse.
    
    -No sea pesimista, hombre.
    
    El administrativo da unos pasos en dirección a la tumba. Vuelve junto al agente.
    
    -Pues sí que les está costando llegar al féretro.
    
    -La tierra está muy dura. Y han dicho que se encuentra más hondo de lo esperable.
    
    -Y si lo rompen ¿la familia querrá uno nuevo? Porque al alcalde no le hará ninguna gracia.
    
    -No me cree más tensión de la que ya soporto ¿quiere?
    
    Por cierto ¿ha hablado con su contacto?
    
    La conversación se ve interrumpida por el aviso de uno de los cavadores de que ya han dado con el féretro de Teresita Carmen.
    
    Instalan una suerte de maquinillo para elevarlo sin esfuerzo y sacarlo a la superficie.
    
    -Estamos cada vez más cerca -comenta el administrativo.
    
    -No sé si del éxito o del desastre -apostilla pesimista ...
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