1. Cuando buscas lo mejor de lo mejor, una escort de lujo es la solución


    Fecha: 02/08/2018, Categorías: Incesto Autor: Malagueño, Fuente: CuentoRelatos

    ... idea, hace apenas dos horas, en la habitación del hotel, me ha hecho gozar más de lo que puedas imaginar y, ya ves, otra vez vuelvo a tener ganas de él —añadió al tiempo que apoyaba la mano en mi entrepierna y oprimía el paquete. Pero no creas que todo se limita al sexo porque Quique, aquí donde le ves, además de buen amante, es guapo, inteligente, trabajador, cariñoso, atento, detallista, gracioso y… Bueno, no sigo porque la lista es interminable y seguro que tienes cosas mejores que hacer.
    
    Nunca pude imaginar que una mujer diera en la diana enumerando mis cualidades. Blanca lo había hecho sin conocerme. Mi mujer, por el contrario, no la creía capaz de conseguirlo tras casi cinco años de matrimonio. Al menos yo no tenía constancia de ello. Este hecho, sumado al modo en que Blanca había lidiado con el cretino, con elegancia y cierta dosis de picardía, dejó claro que contratar sus servicios había sido una brillante idea.
    
    De repente me sorprendí a mí mismo mirando el reloj con insistencia, mientras ella departía animosamente con el cretino, mi amigo y su esposa, quién se había unido al grupo sin darme cuenta.
    
    —Si la agujita pequeña se mueve es porque funciona —bromeó Blanca tras situarse a mi lado. Yo sonreí con cara de idiota—. ¿Tienes prisa?... ¿Quieres que nos vayamos de aquí?
    
    —Miro el reloj porque el tiempo pasa y no falta mucho para que se cumplan las tres horas —me lamenté como un niño pequeño. Luego me armé de valor para preguntarle lo que hasta ese momento ...
    ... no me había atrevido—. Dime, Blanca, ¿tus servicios son solo de acompañamiento?
    
    Ella sonrió.
    
    —No cielo. Soy tuya durante el tiempo contratado y para lo que tú quieras.
    
    —¿En serio? —pregunté incrédulo.
    
    —Claro que sí. Como indico en mi perfil,me gusta dejar a mis amantes totalmente satisfechos y no paro hasta conseguirlo. ¿No lo has leído?
    
    —Sí, lo he leído, pero solo por encima pues la urgencia era otra.
    
    —Entiendo. De todas formas, ahora ya lo sabes.
    
    Volví a mirar el reloj y calculé que, descontando un cuarto de hora en taxi hasta el hotel, aún dispondría de poco más de una hora.
    
    —Despidámonos entonces, porque ya no aguanto más estar aquí—concluí totalmente decidido a cumplir mi primera infidelidad.
    
    Si la entrada con Blanca en aquel lugar había sido triunfal, la despedida fue apoteósica ya que a nadie pasó desapercibido el modo en que nos fuimos, con paso firme y abrazados como si realmente fuéramos un matrimonio feliz, percibiendo como a todos se les caía la baba, especialmente al cretino.
    
    Durante el trayecto en taxi, reconocí mi total desconocimiento sobre el mundo de las escort de lujo. Blanca entendió y fue comprensiva, asegurando que poniéndome en sus manos nada debía preocuparme. Tan solo debía dejarme llevar.
    
    Así lo hice apenas entramos en la habitación del hotel donde, siguiendo sus indicaciones, me senté en la cama con las piernas estiradas y la espalda apoyada en el cabecero.
    
    Ella se situó junto a la ventana, se descalzó, apoyó el ...
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