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Un Amor repentino: Me compró y me enamoré de él en prisión
Fecha: 30/07/2017, Categorías: Transexuales Autor: aritacariñosa, Fuente: SexoSinTabues
... a mansalva. Su verga entraba y salía en mi culo. Él pegó más su rico cuerpo junto al mío. Sus manos acariciaban mis senos con desesperación. Sus dedos mojados apretaban mis pezones. Su verga iba y venía intensamente dentro de mi orificio. El tipo no solo me cogía con su verga, también con sus manos, su boca y sus palabras: “¿Te gusta cómo te cojo mi reina? ¿Querés más?” Yo gozaba desesperada, solo gemía, casi no podía hablar. Hasta que: “Dámela toda cabrón. Cogeeeeeme así. ¡Qué riiiiico! Dame más” El Ganzúa se detuvo. Dejó de cogerme para colocarme boca abajo en la cama. Flexionó mis rodillas bien adelante, cerca de mi cuerpo, dejando bien paradito todo mi culo para él. Se arrodilló detrás mío. Con su mano apuntó su pija en mi agujero, y nuevamente a gozar. Esta vez la sentí bien adentro. En esa posición él se podía mover con más libertad. Yo ardía de tanto placer. La sentía riquísima dentro. Mi estómago comenzó a ponerse duro. Gritaba y gritaba: "Ahhhh! ¡Qué rica verga tenés hijo de puta! ¡Así cogeme así!" No me importaba nada si los demás presos me escuchaban. El ganzúa me psicopatiaba mientras me cogía y cogía: “¿Te gusta así? ¿Querés más puta? Tomá, ahí tenés”. Yo: “Dame más cabrón. Cogéme imbécil. ¿Acaso no sabés coger?” Le dí en su ego. Se puso bien arriba de mi culo parándose bien flexionado. Me la metió hasta los huevos. Encima con sus manos agarró mi pelo, sujetándose de él. Yo: “¡Ay! ¡Me tirás el pelo hijo de puta!" Me dijo: “¿Qué no sé coger? Ahora te voy mostrar ...
... lo que es coger, puta. ” Me empezó a dar su verga en esa posición mientras tiraba mi pelo hacia atrás. Me estaba cogiendo con más violencia. Apacigüé su ego herido con mis palabras: “Sos mi macho. ¿Siempre me vas coger? Quiero solo vos me follés” El ganzúa: “Si, siempre vas a ser mi puta” Me la clavaba bien profunda, mientras llevábamos ese juego de palabras. Me daba toda su verga con terribles impulsos. Me perforaba y perforaba riquísimo. A la vez me tiraba hacia atrás agarrando todo mi pelo. Me dominaba a su voluntad. Hacia de mi lo que quería. Hasta que lo soltó. Se sujetó firme de mis caderas, hundiendome y sacándome su rica pija al máximo. Yo arañaba las sábanas y mordia la almohada de desesperante sabrosura. ¡Sensacional! El ganzúa empezó a gemir más y más hasta que: “Ohhhh! Ohhhh! Siiii!. Ahí tenés toda mi leche”. Sentí toda su descarga de su leche caliente dentro mío. Mientras me depositaba su semen, abrazó de mi cintura y se desplazó encima mío, llevándome hacia adelante. Quedamos ambos acostados boca abajo. Él arriba mío. En esa posición su enorme verga seguía dentro. Ya me la movía en mi culo bien lento, soltando todo su líquido ahí. Un regalo de placer para mi. Yo suspiraba en cuanto lo hacía. ¡Me fascinó saber que dejó dentro toda su leche! Estuvimos batante tiempo en esa posición. Sentía su varonil cuerpo pesado y caliente. Ya relajados, acariciaba y jugaba con sus dedos recorriendo las ondas de mis cabellos. Besaba tiernamente el pómulo derecho de mi cara. Su ...