ESTÁ DURA LA ARMADURA - Relatos Eróticos

ESTÁ DURA LA ARMADURA

... bien!
-¿Bien? ¡Estoy en la gloria! – me puse a besar sus tetas, los pezones, erguidos y duros como dedales. Con una mano me acaricia el cabello. Con la otra acaricia la pija, suave, muy suave.
-¡Mamita! ¡Andina! ¡Qué hermosa eres!
-¿Te gusto? ¿En verdad?
-SÍÍÍ! ¡No hay quien tiene tetas y culo tan hermosos!
-¡Están un poco caídas, mi amor! – Yo le lamía el sudor bajo los globos… - ¡Papito! Nadie, nunca, alguien me hizo eso… ¡Tan lindo!
-¡Ahora tus exilas!
-Pero…, es que estoy muy transpirada…
-¡Es lo que me gusta! ¡El sudor de tu cuerpo es exquisito! ¡Cómo el juguito de la conchita!
-¡Jajaja! ¡Sos un pícaro! – Andina no dejaba de acariciarme la pija mientras hablamos y nos besamos. - ¡Todo lo que me hacés! ¡Y te dejo! ¡Porque me gusta! ¡Nunca lo hubiera imaginado!
-¡Date vuelta! – La giré. Me lancé sobre su espalda. Bese desde las orejas hasta los glúteos. Centímetro a centímetro. Mientras besaba le metí la mano en el culo, entre los glúteos. Pasé los dedos por el ano…
-¡Dani! ¡No, por favor! – Trató de esquivar el culo. - ¡Soy muy antigua! ¡Perdoname, por favor!
-¡Nada tengo que perdonarte! ¡Tan hermoso culito! ¡Es difícil contenerse!
	Fui con los dedos a la concha. Súper mojada. Metí un par…
-Y…, si, así si, me gusta… ¡Dios! ¡Me siento una reputasa!
-¡NO! ¿Por qué? – Me horroricé que pensara que es una puta porque coge con placer. ¡La opinión vulgar! - ¡Solamente te gusta!
-Es que…, me gusta… ¡Me gusta sentirme una puta! ¡Me encanta! ¡Por eso te digo que me ...

... siento de 15! ¡Era lo que quería! ¡Te lo juro, Dani! Mi hermana mayor, por entonces de 19 años… ¡cogía con Dios y María Santísima! ¡No se le escapaba nadie! Cuando mamá se dio cuenta…, no me dejó salir sola, nunca más… Cuando fui a la ciudad, para estudiar en la universidad, me puso una tía, hermana de ella, que me seguía hasta el baño… ¡Dios! ¡Cómo me molestaba! Así fue hasta que me casé, con un compañero de la carrera. ¡Gran error! Ni así pude hacer lo que quería. ¡Este tipo solo cogía cada dos semanas…! ¡No sé cómo tuvimos tres hijos! 
-¿No tuviste oportunidad de elegir? 
-Para nada. En fin…, estaba tan ansiosa por el sexo…, que, bueno, me dejaron estar con este chico… porque tenía “buenas intenciones”… y me entregué a él, pensando… en que me “atendería” como yo quería. ¡Todo al pedo!
-Bueno…, recuperemos el tiempo…
-¿Te parece poco? ¡Tres orgasmos en cinco minutos!
-¡Jajaja! ¡Más de cinco minutos!
-¡Sííí! ¡Pero más orgasmos que en diez años! ¡O más! Con mi ex marido ni siquiera tenía orgasmos… ¡No me excitaba! Yo…, con vos…, ¡oh, me da vergüenza!
-¿Qué cosa? – Seguíamos con besos y caricias.
-¡Ay Dani! ¡En cuanto me senté a tu lado…, me agarró una calentura!
-¡Jajaja! Me lo hubieras dicho…, ¡jajaja! Podríamos haber aprovechado el almuerzo para “comernos”… ¡jajaja! Ahora montate… - Me puse boca arriba, bien al palo…
 -¿Montarme?
-Si, claro. Ponete en cuclillas. Sentate sobre mí. Dale, así. - La orienté con las manos. Parecía que Andina no lo hubiera hecho nunca. ...